Aumenta el temor por la seguridad de los trabajadores electorales

Una trabajadora electoral cuenta votos en la Oficina de Registradores del condado de Maricopa, en Phoenix, Arizona, el 5 de noviembre de 2020.

Las tensiones han crecido junto con las denuncias de irregularidades en el proceso de conteo de las boletas, lo que ha generado protestas en el exterior de algunas instalaciones donde se lleva a cabo el escrutinio.

Las tensiones que se ciernen sobre la indecisa elección presidencial en Estados Unidos están impulsando a algunos funcionarios estatales y locales a incrementar la seguridad de los encargados de contar el resto de las boletas.

Partidarios del presidente republicano Donald Trump y de su contrincante demócrata Joe Biden han aumentado su atención en estados como Arizona, Nevada y Pensilvania, donde pequeños márgenes han impedido determinar un ganador por el momento.

“Estoy preocupado por la seguridad de mi personal”, dijo Joe Gloria, registrador de votantes en el condado de Clark, en Nevada, el jueves 5 de diciembre después de que unas 75 personas, algunas con camisetas de Trump, entonaron “paren el robo” y protestaron en el exterior del centro de votación del condado la noche anterior.

No hubo reportes de violencia, pero después de incidentes en otros lugares del condado, Gloria dijo que su oficina no se arriesgaba más.

“Estamos tomando medidas para garantizar que tenemos la seguridad necesaria”, agregó. “Tenemos la policía que nos está protegiendo”.

En el vecino estado de Arizona, las autoridades electorales del condado de Maricopa anunciaron el jueves que habían establecido una “zona de libre expresión” para los manifestantes con la ayuda de la oficina del alguacil de la localidad.

"Es imperativo que equilibremos la protección y el bienestar de nuestros trabajadores electorales y voluntarios con el derecho constitucional de los manifestantes”, declaró en un comunicado el Departamento de Elecciones del Condado de Manicopa, que añadió que los cambios permitirán al personal contar los votos y salir del edificio “sin amenazas de intimidación”.

Las autoridades del condado de Maricopa tomaron la decisión después de una protesta de unos 200 simpatizantes de Trump, algunos armados con fusiles y armas de mano, en el exterior del Departamento de Elecciones en Phoenix, el 4 de noviembre.

El condado solicitó que agentes del orden armados escoltaran al personal del departamento a su salida del edificio.

Confrontaciones entre manifestantes y funcionarios electorales también se reportaron el 4 de noviembre en Detroit, Michigan, cuando la policía alejó a simpatizantes de Trump y Biden del centro de convenciones donde se contaban los votos.

Las autoridades dijeron que las ventanas se cubrieron para impedir que los manifestantes y otras personas tomaran videos de empleados y voluntarios.

Protestas durante la noche del 4 de noviembre en Portland, Oregón, también se tornaron violentas, con un saldo de 10 arrestos y confiscación de múltiples armas de fuego y municiones.

Casos de intimidación

En Michigan, la fiscal general del estado se quejó el 5 de noviembre por Twitter de llamas telefónicas intimidatorias y amenazas a su personal.

“La seguridad y la protección de los funcionarios y empleados electorales es fundamental”, dijo a la Voz de América una portavoz de la Asociación Nacional de Directores de Elecciones Estatales en un comunicado el 5 de noviembre.

"Las autoridades electorales tienen planes de contingencia en marcha”, añadió.

Las autoridades federales y estatales se estuvieron preparando para una violencia potencial desde hace meses, anticipando nervios alterados por una elección muy disputada, combinados con resultados lentos debido al alto número de boletas enviadas por correo.

"El retraso de los resultados electorales y los recuentos podrían resultar en protestas e intentos de ocupación de oficinas de elecciones”, advirtió el Departamento de Seguridad Nacional y Preparación de Nueva Jersey en un comunicado emitido a fines de septiembre.

Funcionarios de policía y el FBI también expresaron preocupaciones antes de la elección de que adversarios de Estados Unidos, como Rusia, Irán y China, podrían usar los días posteriores al 3 de noviembre para promover “agitación y discordia”, lo que podría conducir a actos de violencia.

"Nuestros preparativos tomaron en cuenta al actual clima en el país”, dijo a la VOA un funcionario del FBI en esos días.