Compañías extranjeras dan preferencia a EE.UU. a la hora de invertir su dinero porque es el país que más y mejores garantías les ofrece a sus capitales.
Estados Unidos ha sido el mayor receptor mundial de inversiones extranjeras directas desde 2006 y el año pasado los activos de estas compañías ascendían a $3,9 billones de dólares.
Un informe económico difundido por la Casa Blanca señala que solo el año pasado las inversiones directas en EE.UU. de empresas de otros países sumaron $166 mil millones.
Entre otros factores que favorecen este flujo de capital se citan que el país posee el mayor mercado mundial de consumidores, trabajadores productivos y calificados, adecuada protección legal y un sector energético en crecimiento.
El sector que más capital extranjero atrae es la manufactura, seguido por la industria farmacéutica y los productos de petróleo y carbón. También se destacan el comercio mayorista, minería, conglomerados no bancarios, finanzas, seguros, y la propia banca.
“Desde 2010, Japón, Canadá, Australia, Corea (del sur) y siete naciones europeas colectivamente representan más del 80 por ciento de las nuevas inversiones directas en EE.UU.”, dice el informe.
Aunque puntualiza que aun así están aumentando rápidamente los flujos en menor escala de capital proveniente de economías emergentes como China y Brasil.
Todas esas inversiones dan empleo a 5,6 millones de personas en EE.UU., lo que equivale al 4,1 por ciento de los trabajadores del sector privado. Aproximadamente un tercio de esos puestos de trabajo—precisa—están el sector de la manufactura.
Un informe económico difundido por la Casa Blanca señala que solo el año pasado las inversiones directas en EE.UU. de empresas de otros países sumaron $166 mil millones.
Entre otros factores que favorecen este flujo de capital se citan que el país posee el mayor mercado mundial de consumidores, trabajadores productivos y calificados, adecuada protección legal y un sector energético en crecimiento.
El sector que más capital extranjero atrae es la manufactura, seguido por la industria farmacéutica y los productos de petróleo y carbón. También se destacan el comercio mayorista, minería, conglomerados no bancarios, finanzas, seguros, y la propia banca.
“Desde 2010, Japón, Canadá, Australia, Corea (del sur) y siete naciones europeas colectivamente representan más del 80 por ciento de las nuevas inversiones directas en EE.UU.”, dice el informe.
Aunque puntualiza que aun así están aumentando rápidamente los flujos en menor escala de capital proveniente de economías emergentes como China y Brasil.
Todas esas inversiones dan empleo a 5,6 millones de personas en EE.UU., lo que equivale al 4,1 por ciento de los trabajadores del sector privado. Aproximadamente un tercio de esos puestos de trabajo—precisa—están el sector de la manufactura.