Una encuesta del diario Washington Post muestra que a pesar de todo el ruido político hecho por las convenciones ningún candidato presidencial pudo inclinar la balanza a su favor.
Luego de la Convención Nacional del Partido Demócrata la semana pasada, el presidente Barack Obama salió airoso frente a su rival republicano Mitt Romney, pero eso no menguó las preocupaciones de los estadounidenses sobre sus política económica, de acuerdo con una encuesta realizada por el diario Wahington Post y la cadena de televisión ABC.
El sondeo muestra que la contienda sigue siendo reñida según las preferencias electorales de los posibles votantes, con una mínima separación entre ambos que apenas ha cambiado respecto a encuestas hechas antes de las convenciones de los dos partidos: Obama con 49 por ciento a su favor, y Romney con 48 por ciento.
Sin embargo, la medición hecha por el sondeo entre los votantes registrados refleja que Obama aparenta tener cierta ventaja y le saca a Romney una delantera de 50-44 por ciento.
También pone de relieve que mientras Obama sigue tratando de constreñir la contienda electoral al hecho de que se trata de elegir entre dos ideas, las de él y las de su contrincante, Romney prefiere presentar la elección como un referendo sobre del trabajo hecho por el presidente.
Después de todo el despliegue de anuncios publicitarios que hicieron antes y durante sus convenciones tanto demócratas como republicanos, destaca el hecho de que el impacto que han tenido en el electorado los dos grandes eventos partidistas ha sido menor que en otras elecciones.
De acuerdo con la encuesta, Obama tuvo una ventaja de seis puntos entre todos los votantes según entrevistas realizadas el viernes pasado, un día después de concluida la convención demócrata. Pero el sábado y el domingo ya estaba de nuevo parejo con Romney entre los electores registrados.
El sondeo hecho por el Post indica además que en 15 temas, Obama lleva una significativa delantera en ocho de ellos, en tanto que el republicano no mantiene las ventajas que lo favorecían respecto al manejo de la economía y lo que había sido su punto más fuerte, el manejo del déficit federal.
En temas específicos el presidente goza de preferencias frente a Romney, como en los asuntos relacionados con la mujer (21 puntos), los intereses de la clase media (15 puntos), y temas sociales como el matrimonio entre parejas del mismo sexo y el aborto (11 puntos).
Casi por un margen favorable de 20 puntos los entrevistados también dijeron que les gustaría tener a Obama como invitado a cenar, y también por un margen mayor de 10 puntos que podían confiar en él para que los cuidara si ellos estuviesen enfermos o tenerlo como un amigo más leal.
No obstante, la encuesta también muestra cuán difícil resulta plasmar estas aparentes ventajas en votos electorales, y a pesar del fervor que despertó la convención demócrata –dice el Post-- no logró anular el grado de desaprobación respecto a cómo el presidente ha manejado la economía ni tampoco ha inspirado más confianza en que las cosas mejorarán si es reelecto.
El sondeo muestra que la contienda sigue siendo reñida según las preferencias electorales de los posibles votantes, con una mínima separación entre ambos que apenas ha cambiado respecto a encuestas hechas antes de las convenciones de los dos partidos: Obama con 49 por ciento a su favor, y Romney con 48 por ciento.
Sin embargo, la medición hecha por el sondeo entre los votantes registrados refleja que Obama aparenta tener cierta ventaja y le saca a Romney una delantera de 50-44 por ciento.
También pone de relieve que mientras Obama sigue tratando de constreñir la contienda electoral al hecho de que se trata de elegir entre dos ideas, las de él y las de su contrincante, Romney prefiere presentar la elección como un referendo sobre del trabajo hecho por el presidente.
Después de todo el despliegue de anuncios publicitarios que hicieron antes y durante sus convenciones tanto demócratas como republicanos, destaca el hecho de que el impacto que han tenido en el electorado los dos grandes eventos partidistas ha sido menor que en otras elecciones.
De acuerdo con la encuesta, Obama tuvo una ventaja de seis puntos entre todos los votantes según entrevistas realizadas el viernes pasado, un día después de concluida la convención demócrata. Pero el sábado y el domingo ya estaba de nuevo parejo con Romney entre los electores registrados.
El sondeo hecho por el Post indica además que en 15 temas, Obama lleva una significativa delantera en ocho de ellos, en tanto que el republicano no mantiene las ventajas que lo favorecían respecto al manejo de la economía y lo que había sido su punto más fuerte, el manejo del déficit federal.
En temas específicos el presidente goza de preferencias frente a Romney, como en los asuntos relacionados con la mujer (21 puntos), los intereses de la clase media (15 puntos), y temas sociales como el matrimonio entre parejas del mismo sexo y el aborto (11 puntos).
Casi por un margen favorable de 20 puntos los entrevistados también dijeron que les gustaría tener a Obama como invitado a cenar, y también por un margen mayor de 10 puntos que podían confiar en él para que los cuidara si ellos estuviesen enfermos o tenerlo como un amigo más leal.
No obstante, la encuesta también muestra cuán difícil resulta plasmar estas aparentes ventajas en votos electorales, y a pesar del fervor que despertó la convención demócrata –dice el Post-- no logró anular el grado de desaprobación respecto a cómo el presidente ha manejado la economía ni tampoco ha inspirado más confianza en que las cosas mejorarán si es reelecto.