EE.UU. no tenía conocimiento previo de los ataques con bombas en Sri Lanka el domingo de Pascua que mataron a más de 350 personas, indicó la embajadora estadounidense el miércoles, a pesar de los señalamientos locales que funcionarios extranjeros habían sido advertidos que se avecinaba un ataque.
Mientras continúan las investigaciones en el ataque que ISIS se atribuyó, agentes del FBI y personal militar estadounidense están en Sri Lanka asistiendo las investigaciones, indicó la embajadora Alaina Teplitz.
A pesar de que declinó decir si oficiales estadounidenses tenían inteligencia en extremistas locales y sus líderes, quienes presuntamente llevaron a cabo el ataque, Teplitz dijo que EE.UU. se mantiene preocupado por los militantes en general.
También dijo que "claramente hubo alguna falla en el sistema" que cuasó oficiales de Sri Lankan fallaran en compartir las advertencias que recibieron antes del ataque.
"Puedo decirte definitivamente que no fuimos advertidos y no tuvimos ningún conocimiento previo de esto", indicó Teplitz a periodista extranjeros desde su oficina en la embajada de EE.UU. en Colombo. "No supimos porque, créeme, si lo hubiésemos hecho, hubiésemos intentado hacer algo al respecto".
Los ataques con bombas del domingo arrasaron con cristianos en iglesias celebrando Pascua y en hoteles en Sri Lanka, una isla en el extremo sur de la India. El ataque mató al menos a 359 personas e hirió a otras 500, convirtiendose en el más violento de Sri Lanka desde que acabó la guerra civil de 26 años una década atrás.
Autoridades han culpado a un grupo islámicos extremista local llamado National Towheed Jamaat (NTJ), cuyo líder, alternativamente conocido como Mohammed Zahran o Zahran Hashmi, se volvió conocido entre los líderes musulmanes tres años atrás por sus incendiarios discursos online.
El martes, el Estado Islámico aseguró responsabilidad por el ataque, compartiendo imágenes del líder y otro hombre con su rostro cubierto ante una bandera de ISIS para reforzar su atribución. El grupo extremista, que ha perdido todo el territorio que unas vez tuvo en Irak y Siria, ha realizado atribuciones infundadas anteriormente.
Cuestionada sobre si oficiales estadounidenses recibieron advertencias o si sabían sobre el grupo y sus líderes antes de los ataques con bombas, Teplitz no respondió, argumentando que no discutiría cuestiones de inteligencia.
"SI miras la escala de los ataques, el nivel de coordinación, otra vez, la sofisticación, no es inverosímil creer que hay enlaces extranjeros", indicó. Agregó que EE.UU. cree que "el complot terrorista está en curso" y dijo que es por eso que EE.UU. continuó advirtiendo a sus ciudadanos en Sri Lanka tener cuidado".
Previo a los ataques con bombas, oficiales de Sri Lanka recibieron reportes de inteligencia y advertencias que un ataque como ese se avecinaba. Sin embargo, la información no detuvo el ataque.
Teplitz indicó que la situación política en Sri Lanka puedo haberlo exacerbado. El presidente Maithripala Sirisena expulsó al primer ministro Ranil Wickremesinghe en octubre y disolvió el gabinete, pero la Corte Suprema de Sri Lanka después revirtió la decisión.
"Ciertamente desagradable y fragmentado ambiente político no ha sido bueno en un número de frentes", expuso Teplitz.
Luego agregó que: "Los mismos ciudadanos de Sri Lanka han dicho que han recibido información y ellos tienen sus propios lapsos que resultaron en una falla para ya mitigar o advertir. Así que es una increíble tragedia".
Wickremesinghe ha dicho que algunas personas puede que pierdan su trabajo por las fallas de inteligencia.
Teplitz también reconoció que escuchó "legitimas" preocupaciones sobre los derechos civiles en Sri Lanka después de que el gobierno anunció que permitía a los militares realizar búsquedas sin orden judicial y mantener prisioneros por 14 días antes de traelos ante un juez.
"Hay un legado de esa conflictiva era de abuso a los derechos humanos, otras vez, un problema que el gobierno aquí ha estado luchando de superar", afirmó la embajadora. "Nosotros definitivamente nos mantenemos preocupados sobre los derechos humanos aquí y la política democrática; la habilidad de respetar los derechos de las personas incluso en medio de una crisis como esta".
Teplitz agregó que EE.UU. estaba preocupada que los ataques con bombas puedan causar represalias contra los musulmanes en Sri Lanka. El país de mayoría budista, con unos 21 millones, que incluyen a grandes minorías de hindú, musulmanes y cristianos, está plagado de conflictos étnicos y sectarios.
"Creo que el reconocimiento que esto puede puede ser una chispa está fuera y que hay un significativo esfuerzo para tratar y detener eso", dijo Teplitz.