Empeora tráfico humano en el mundo

Muchos inmigrantes son capturados por organizaciones criminales y obligados a cometer delitos y trabajar para ellos.

Un nuevo informe dado a conocer por el Departamento de Estado de EE.UU. destaca que Rusia y China están entre los peores violadores de tráfico humano, pero no son los únicos.
Un informe anual del Departamento de Estado clasificó este miércoles a Rusia y China entre los peores violadores en la lucha mundial contra trabajos forzados y trata de blancas, lo que podría conducir a sanciones de Estados Unidos.

La designación estadounidense coloca a China y Rusia, que a menudo tienen diferencias con Washington, en la misma categoría de Corea del Norte e Irán.

El Departamento de Estado clasifica los países de acuerdo a sus esfuerzos en la lucha contra el tráfico de personas, y en el nuevo informe Rusia, China y Uzbekistán cayeron al nivel tres, que es el más bajo.

El reporte probablemente empeore las complicadas relaciones entre Estados Unidos y los dos primeros países mencionados, que ya han estado tensas por el manejo de la guerra civil en Siria y la seguridad cibernética, entre otros asuntos.

A pesar de las promesas de lucha contra este tipo de delitos, según el informe que clasificó a 188 países y territorios, muchos gobiernos no han logrado identificar a decenas de millones de víctimas.

La investigación refleja que el año pasado se identificó a 40 mil víctimas de la llamada esclavitud moderna de entre los aproximadamente 27 millones de hombres, mujeres y niños que desaparecieron en contra de su voluntad a nivel mundial.

La trata de personas puede tomar muchas formas como la prostitución forzosa, trabajos inhumanos a inmigrantes o la servidumbre doméstica, y los niños también pueden ser víctimas.

"Se trata de un informe mucho más negativo que en años anteriores. Rusia y China con razón merecen atención, pero muchos otros países tienen tráfico muy grave y problemas de trabajo forzoso”, dijo John Sifton, director para Asia de la organización internacional Human Rights Watch.