Una inusual coalición de demócratas y republicanos en el Congreso votaron para aprobar el banco estadounidense Export-Import Bank, al que republicanos conservadores querían extinguir.
El Ex-Im Bank vende una clase de seguro que protege a los exportadores estadounidenses en caso de que los clientes extranjeros no paguen, lo que ayuda a las compañías a administrar el riesgo de las ventas al exterior. Ex-Im también provee alguna financiación y experiencia.
Funcionarios del Ex-Im dicen que los empresarios pagan por la ayuda que obtienen y el Ex-Im retorna miles de millones de dólares en ganancias al Tesoro.
Pero conservadores, incluyendo el presidente de la Comisión de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, Jeb Hensarling, dice que las ganancias son falsas y que la mayoría de la ayuda del Ex-Im va a enormes corporaciones multinacionalescon fuertes conexiones políticas. Hensarling describió al banco como una “corporación de prestaciones sociales”.
El secretario del Tesoro, Jack Lew, dic que la ayuda del banco a las exportaciones apoyó 164.000 puestos laborales el año pasado y que 90 por ciento de sus clientes son pequeños empresarios.
El próximo desafío para el banco en el Senado, donde el líder de la mayoría, Mitch McConnell, se opone al Ex-Im.