Hubo un 86% de asistencia escolar y más gente se pudo desplazar a sus trabajos ahora que el metro funciona en un 80%.
Las escuelas reabrieron este lunes en Nueva York luego de una semana sin clases por el paso de la supertormenta Sandy, aunque este martes volverían a cerrarse con motivo de las elecciones.
De acuerdo al alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, la asistencia en las escuelas fue del 86% ya que hubo que acomodar a los alumnos improvisadamente debido a que más de 100 establecimientos educativos de la ciudad siguen cerrados por los daños sufridos durante la tormenta.
Mientras unos 450.000 hogares seguían sin electricidad en el estado de Nueva York -de los cuales 115.000 correspondían a la ciudad de Nueva York-, la cifra se elevaba a unos 780.000 en Nueva Jersey, una quinta parte de los clientes.
El gobernador Andrew Cuomo criticó fuertemente a las compañías eléctricas por el deficiente trabajo para restablecer el servicio.
"El progreso es inaceptable. Estoy enojado, decepcionado", señaló, al marcar la diferencia entre Manhattan, donde casi todos los hogares recuperaron la electricidad, y otros distritos como Queens o Staten Island, donde decenas de miles de clientes están aún sin luz.
En el rubro de transporte, con el metro restablecido en un 80%, muchos neoyorquinos se las arreglaron, aunque con demoras, para llegar a sus trabajos. La gasolina sigue siendo escasa como para moverse en auto, aunque la falta de abastecimiento de combustible afectaba con más dureza al vecino estado de Nueva Jersey, donde el gobernador Chris Christie resolvió un racionamiento con un tope máximo por automóvil.
Por último, las presidenciales del martes pusieron una presión extra sobre las autoridades, ya que hay que garantizar que todo el mundo podrá votar.
Tanto en Nueva York como en Nueva Jersey habría centros de votación cerrados o desplazados, así como personas refugiadas lejos de sus hogares, por lo cual se buscaban alternativas, como el voto por correo electrónico o fax.
En ese marco, el gobernador Cuomo anunció que los neoyorquinos refugiados por Sandy podrán votar en cualquier parte del estado. La decisión es válida para los desplazados de la ciudad de Nueva York y los condados de Nassau y Suffolk (Long Island), Rockland y Westchester.
De acuerdo al alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, la asistencia en las escuelas fue del 86% ya que hubo que acomodar a los alumnos improvisadamente debido a que más de 100 establecimientos educativos de la ciudad siguen cerrados por los daños sufridos durante la tormenta.
Mientras unos 450.000 hogares seguían sin electricidad en el estado de Nueva York -de los cuales 115.000 correspondían a la ciudad de Nueva York-, la cifra se elevaba a unos 780.000 en Nueva Jersey, una quinta parte de los clientes.
El gobernador Andrew Cuomo criticó fuertemente a las compañías eléctricas por el deficiente trabajo para restablecer el servicio.
"El progreso es inaceptable. Estoy enojado, decepcionado", señaló, al marcar la diferencia entre Manhattan, donde casi todos los hogares recuperaron la electricidad, y otros distritos como Queens o Staten Island, donde decenas de miles de clientes están aún sin luz.
En el rubro de transporte, con el metro restablecido en un 80%, muchos neoyorquinos se las arreglaron, aunque con demoras, para llegar a sus trabajos. La gasolina sigue siendo escasa como para moverse en auto, aunque la falta de abastecimiento de combustible afectaba con más dureza al vecino estado de Nueva Jersey, donde el gobernador Chris Christie resolvió un racionamiento con un tope máximo por automóvil.
Por último, las presidenciales del martes pusieron una presión extra sobre las autoridades, ya que hay que garantizar que todo el mundo podrá votar.
Tanto en Nueva York como en Nueva Jersey habría centros de votación cerrados o desplazados, así como personas refugiadas lejos de sus hogares, por lo cual se buscaban alternativas, como el voto por correo electrónico o fax.
En ese marco, el gobernador Cuomo anunció que los neoyorquinos refugiados por Sandy podrán votar en cualquier parte del estado. La decisión es válida para los desplazados de la ciudad de Nueva York y los condados de Nassau y Suffolk (Long Island), Rockland y Westchester.