El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este martes que ha firmado una ley para que China "rinda cuentas" por sus acciones contra el pueblo de Hong Kong, a raíz de que Beijing impusiera una nueva ley de seguridad a la antigua colonia británica.
"Hoy firmé una nueva ley, un decreto para hacer que China rinda cuentas por su supresión al pueblo de Hong Kong", declaró Trump durante una comparecencia ante los medios celebrada en el Jardín de Rosas de la Casa Blanca.
El proyecto de ley fue aprobado en el Congreso de manera unánime y permitirá a Washington exigir cuentas a "individuos e instituciones" que amenacen "la libertad de Hong Kong".
"Todos hemos visto lo que está pasando. No es una situación buena. Les han quitado la libertad y los derechos. Y con ellos, en mi opinión, se va Hong Kong, ya que no podrá seguir compitiendo en el libre mercado", sostuvo el mandatario.
También lea EE.UU. ya no considerará a Hong Kong un territorio autónomoTrump lamentó la pérdida de "un gran competidor" a nivel comercial y auguró que muchos hongkoneses "se irán del país".
El presidente subrayó que a partir de ahora, Washington ya no considerará a Hong Kong como un territorio independiente, algo que ya fue anunciado por el secretario de Estado, Mike Pompeo, el pasado 27 de mayo.
"Hong Kong será tratada a partir de ahora como China continental, sin privilegios especiales, sin trato económico especial y sin exportaciones de tecnología confidencial", detalló el mandatario.
Trump subrayó su política de mano dura con China, que ha tenido reflejo en la imposición de sanciones, "algo que nadie había hecho antes", según dijo, y se vanaglorió de que diversos países estén cerrando las puertas a empresas chinas como la compañía de telecomunicaciones Huawei.
"Hemos convencido a muchos países, muchos países -principalmente lo hice yo mismo- de que no usen Huawei porque creemos que es un riesgo innecesario. Es un gran riesgo para la seguridad", señaló.
Precisamente este martes, el gobierno británico dio marcha atrás y finalmente prohibió a Huawei tener participación alguna en la construcción de la red de telefonía celular de alta velocidad 5G de Inglaterra.