En medio de la pandemia de COVID-19, una de las librerías más antiguas y famosas de Estados Unidos, The Strand, pidió ayuda, y los amantes de la literatura respondieron.
Nancy Bass Wyden representa a la tercera generación de propietarios de The Strand. Hace noventa y tres años, su abuelo abrió la tienda que luego se convirtió en una de las librerías más famosas de la ciudad de Nueva York.
“Mi primer recuerdo es entrar en la tienda y verla pintada de un gris fantasmal, ver todas las paredes de libros por todas partes, oliendo a chocolate. Y ver a mi abuelo y a mi papá trabajando juntos... Dirigiéndome directamente a la sección de niños donde solo había libros de colores dulces (...) ¡Y me sentí como una princesa porque puedo elegir cualquier libro!", dijo Wyden a la Voz de América.
Hoy en día, The Strand se encuentra en una miríada de guías de la ciudad de Nueva York como una de las librerías más inusuales, más grandes y más antiguas del mundo.
Vasilis Terpsopoulos, experto en libros raros de la librería, destacó algunas de las ediciones únicas que la tienda posee.
“Este es el libro más caro de la tienda actualmente", dice mientras muestra una edición limitada del 'Ulises' de James Joyce, autografiada por el novelista irlandés. "Está firmado por Henry Matisse, el artista que lo ilustró, y también por James Joyce", indica el experto.
The Strand ha sobrevivido a la Gran Depresión, dos guerras mundiales y a los atentados del 11 de Septiembre. Pero la pandemia de COVID-19 se ha convertido en el mayor desafío al que se ha enfrentado esta tienda, que estuvo cerrada durante cuatro meses. Sus problemas financieros están empeorando, dice Nancy Bass Wyden, su propietaria.
“Por supuesto, al principio fue muy doloroso, me sentí muy sola y no sabía qué iba a hacer ahora. Decidí que escribiría una carta sincera y apelaría a nuestros clientes y amigos. La única pregunta era: ¿Comprarías aquí tus regalos navideños?", explicó.
Tres horas después de que el mensaje fuera publicado, el sitio web de The Strand colapsó. Se recibieron 25.000 pedidos en línea simultáneamente. Antes de la pandemia, el promedio diario era de alrededor de 300. Nancy recuerda pedidos sorprendentes y la ayuda de los amigos de la librería.
“Tuvimos una señora del Bronx, y ella hizo un pedido de 197 libros. Tuvimos gente que se ofreció como voluntaria para dar a los empleados fiestas de pizza, tarjetas de regalo de 500 dólares...", dice.
El departamento de embalaje no pudo gestionar el tsunami de pedidos, por lo que Wyden se unió a ellos. Los empleados de la tienda vinieron voluntariamente a trabajar los fines de semana para ayudar con los pedidos.
“Fue una especie de combinación de ¡guau! y ¡uh-oh! ¡Estamos tratando de averiguar cómo vamos a hacer esto!", afirma Dan Roth, el administrador de pedidos web
Afuera, en la calle, una fila gigante serpenteaba frente a la entrada del comercio, cuando Nancy salió no dudó en exclamar: "¡Gracias por hoy, Nueva York!". Por primera vez desde mediados de marzo, un gran número de neoyorquinos acudió a la librería.
Sara Buroi, una cliente comentó: “Es realmente triste, ¡así que todos recibirán libros para Navidad este año! ¡Todos los que conozco!".
Gracias a simples actos de generosidad, la propietaria de la librería asegura que la tienda sobrevivirá no importa cuántos meses más de pandemia haya.
"Tengo que pensar que mi abuelo y mi papá están mirando hacia abajo, viendo este giro de los acontecimientos, y están absolutamente anonadados y no pueden creer este fenómeno ¡Y nunca me hubiera imaginado esta efusión de amor!", dijo Wyden.