En fotos: Huracanes en Centroamérica detonan nueva ola migratoria

El huracán Eta impactó el pasado martes con categoría 4 a la Costa Caribe de Nicaragua, dejando numerosas muertes y comunidades devastadas.

Algunos servicios como el agua potable y la energía eléctrica se vieron afectados por el huracán Eta.

Tras el paso del huracán, varios ríos se desbordaron, dejando a Puerto Cabezas prácticamente incomunicado con el resto del país por la vía terrestre.

La mercadería que se dirigía hacia Puerto Cabezas no podía pasar por la crecida del río Wawa, debido a las inundaciones.

Algunos costeños que se encuentran en El Muelle descansan en hamacas que fueron colgadas en pedazos de escombros que quedaron firmes a pesar del viento huracanado que golpeó la zona.

Los pobladores de Puerto Cabezas lavan a mano la poca ropa que lograron rescatar de sus viviendas destruidas.

Para que la ayuda humanitaria pueda llegar al lugar se deben pasar al menos dos ríos crecidos en pequeñas lanchas.

Los habitantes de El Muelle, al igual que el resto de ciudadanos que habitan en otras comunidades, esperan ayuda, bajo el sol y en medio de escombros.

Un grupo de niños intenta jugar en medio de los escombros que dejó Eta.

Más de 5 mil personas, del municipio de Puerto Cabezas, en la Costa Caribe Norte de Nicaragua, han sido afectadas.

“Llevo días durmiendo en una hamaca al aire libre. Estamos tratando de hacer aunque sea una champa de zinc”, lamenta Yasser Rodríguez, habitante de la comunidad de El Muelle.

Uno de los habitantes de la zona comienza las labores de recuperación y limpieza de su comunidad.

A casi una semana del paso del huracán algunas viviendas siguen anegadas.

Edificaciones en el centro de la ciudad de Bilwi lucen notablemente dañadas por Eta.