La segunda caja negra del avión de Germanwings que se estrelló en los Alpes franceses la semana pasada fue encontrada, según informaron investigadores franceses.
La grabadora podría dar nuevas pistas sobre lo que sucedió en el avión una vez el copiloto alemán Andreas Lubitz quedó sólo en la cabina para luego estrellarlo contra las montañas.
Simultáneamente, el portavoz de la fiscalía alemana, Christoph Kumpa, dijo que los investigadores recuperaron una tableta electrónica que utilizó Lubitz entre el 16 y el 21 de marzo, presuntamente para investigar sobre métodos de suicidio y la seguridad de las puertas de las cabinas de los aviones y cómo bloquearlas.
Esa información podría servir para saber si el copiloto alemán planeó de manera anticipada el estrellamiento.
Lubitz seguía un tratamiento contra la depresión, la ansiedad y los ataques de pánico, pero lo ocultó de manera deliberada de la aerolínea Germanwings.
Preocupado de que perdería su licencia de vuelo por sus problemas médicos, Lubitz consultó con al menos cinco doctores en busca de ayuda.
Uno de los últimos médicos que le vio, es un especialista del sueño a quien Lubitz visitó por sus problemas para dormir.
Lo único que el copiloto informó a la aerolínea sobre su estado de salud fue que tuvo "un episodio de depresión severa previa".