Republicanos preparan respuesta a crisis fronteriza

Las recomendaciones, que provienen de un grupo de trabajo del líder de la cámara, John Boehner, crearán un enfrentamiento con los líderes demócratas que se oponen a cambiar la ley de EE.UU.

Mientras demócratas parecen oponerse a cambios a ley que facilite deportaciones de menores.

Legisladores republicanos de la Cámara de Representantes anunciaron el que recomendarán el envío de la Guardia Nacional al sur de Texas y la aceleración de la deportación de jóvenes centroamericanos como respuesta a la crisis en la frontera sur de EE.UU.

Las recomendaciones, que provienen de un grupo de trabajo establecido por el líder de la cámara, John Boehner, crearán un enfrentamiento con los líderes demócratas que se oponen a cambiar la ley de EE.UU. de eliminar audiencias de inmigración automáticas para niños de América Central y deportarlos más rápidamente a Honduras, El Salvador y Guatemala.

Con los demócratas y la Casa Blanca bajo presión creciente de defensores de inmigrantes a mantenerse firme contra el enfoque del Partido Republicano, una solución a la creciente crisis parece cada vez más difícil de alcanzar, si se considera que en tres semanas el Congreso deja Washington para su receso anual.

“Es una situación crítica y si no nos ocupamos de lo urgente, pero bien, estamos frente a una crisis de enormes proporciones'', dijo el representante republicano Mario Díaz-Balart, quien viajó a Honduras y Guatemala el fin de semana con otros legisladores republicanos.

La propuesta republicana incluye el envío de la Guardia Nacional para ayudar a los agentes de la Patrulla Fronteriza, aumentar los jueces de inmigración, incrementar la asistencia a los países de América Central y un cambio a la ley de víctimas de trata de 2008, que garantiza audiencias a jóvenes centroamericanos.

La ley tiene como consecuencia dejar que los jóvenes permanezcan en el país por años, ya que sus casos se procesan en tribunales de inmigración que tienen muchos procesos atrasados.

Al mismo tiempo, los republicanos están trabajando para bajar significativamente los $3.700 millones de dólares de gastos de emergencia que el presidente Barack Obama solicitó para enfrentar la crisis.

En respuesta, demócratas y defensores de los inmigrantes pidieron una ley de gastos “limpia”, sin cambios de política controversiales.

“Ya ha habido una gran oportunidad para que el Congreso tome medidas, y queremos animarlos a seguir adelante con un poco de sentido de urgencia”, dijo el secretario de prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest.

La propuesta de los republicanos permitiría que jóvenes de América Central y otros países sean tratados de la misma forma que los menores mexicanos, quienes pueden ser deportados rápidamente por agentes de la Patrulla Fronteriza, a menos que sean capaces de demostrar que tienen miedo de regresar, por lo que requieren una revisión adicional.

Activistas y algunos demócratas sostienen que las pruebas de detección de la Patrulla Fronteriza son superficiales e inadecuadas, y que los menores centroamericanos volverán a la violencia de pandillas que afectan a sus países.

Funcionarios de la administración Obama han expresado su apoyo para cambiar la ley de 2008, pero la Casa Blanca no ha propuesto una solución específica en medio de quejas de grupos de defensa.

Mientras tanto, la oposición de los demócratas a cualquier cambio en la ley parece haberse endurecido.

El senador demócrata Harry Reid, quien dejó la puerta abierta la semana pasada a cambios en la ley, dijo el 15 de julio que “mi opinión personal es que la ley que ha creado algunas de las controversias hoy es suficiente, […] la rama ejecutiva del gobierno no necesita una nueva legislación”.