Inicia asamblea general de la OEA

Almuerzo de los jefes de delegación con los observadores permanentes en el marco de la XL Asamblea General de la AEA.

Se inauguró en Lima, Perú, la cuadragésima asamblea general de la organización de los estados americanos.

La Organización de Estados Americanos inauguró en Lima su cuadragésima asamblea general, en la que a decir de los entendidos, se depararan pocas sorpresas ya que la agenda gira en torno a una declaración sobre la paz, la seguridad y la cooperación, que pretende limitar el armamentismo en la región.

La reunión anual de 33 cancilleres de los países miembros activos de la Organización de Estados Americanos (OEA) fue inaugurada por el presidente Alan García y el secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza.

Aunque los cancilleres iniciarán oficialmente sus actividades hoy lunes, ayer tuvieron varias actividades, como los diálogos de jefes de delegación con los representantes sindicales, de la sociedad civil y del sector privado, así como un almuerzo con los embajadores de los más o menos 64 países observadores del organismo.

Los debates de la mayoría de estas sesiones serán presididos por Insulza y el canciller de Perú, José Antonio García Belaúnde. En muchos de ellos no participarán los cancilleres sino sus embajadores ante la OEA.

Ya dijimos antes que el tema principal será “Paz, seguridad y cooperación en las Américas”, un concepto que abarca los principales problemas de la región, como el narcotráfico, el crimen organizado, la seguridad pública y el desarrollo, pero también la defensa y el armamentismo.

El presidente peruano, Alan García, en su discurso puso énfasis en que se debe terminar con la carrera armamentista, que en los últimos 40 años solo sirvió para comprar armamento por un valor de $100 mil millones de dólares, que ahora son prácticamente 'chatarra'.

“Gran parte de los recursos que necesitamos, para hacer frente a la pobreza, para evitar la proliferación de la delincuencia común, para enfrentar los problemas del medio ambiente, por eso con un sentido no solamente de paz en general, sino con un sentido de economía de recursos, hemos planteado que reflexionemos un poco aquí y ahora respecto a lo que estamos haciendo en el plano militar y respecto a las adquisiciones de armas”, dijo García.

El presidente peruano se cuestionó sobre “¿cuál es la hipótesis de guerra que estamos manejando para terminar beneficiando a unas cuantas fábricas de armas en el mundo?".

“Desde que creamos Unasur hemos comprado en conjunto, los países de América Latina, $25 mil millones de dólares en armas y nos preparamos a comprar en los próximos cinco años, 35 mil millones de armas”, explicó el mandatario.

García dijo también que tenemos un solo camino de esperanza y que se trata de hacer un cambio que comience en nosotros y siga en nuestros gobiernos y nuestros pueblos, y podremos hacer esto que parece un sueño y un milagro: hacer una zona de paz verdadera, y “no de paz por equilibrio de armas".

El mandatario peruano a su vez dijo que el Perú no se siente amenazado y puso como ejemplo las relaciones con el país vecino de Ecuador, con el que luego de superar momentos de conflictos ahora se realiza un trabajo de cooperación donde incluso se suministra energía en servicio del Ecuador o viceversa.

En el caso de Chile, señaló García, que espera que se dé una situación similar para romper los recelos que existen en uno y otro lado de la frontera.

Al final de la Asamblea, se firmará la declaración de Lima, que pretende limitar el armamentismo, fomentar la transparencia en la compra de armamento, fomentar medidas de confianza para crear un ambiente seguro y forjar un compromiso para destinar mayores recursos a solventar los problemas de los ciudadanos de las Américas.

El secretario de la OEA, José Miguel Insulza, en su discurso agradeció al Perú por la hospitalidad a los representantes e hizo votos de que las conclusiones a las que se arriben, sean puestas en marcha lo más pronto posible.