El talento joven altamente calificado alimenta el crecimiento económico. Expertos opinan que posibilitar el trabajo de esta población, en Estados Unidos, puede garantizar que el país sea primero en innovación.
No obstante, las reformas para las solicitudes de visa que permiten trabajar dentro de Estados Unidos, podrían ser uno de los grandes tropiezos, aseguró en entrevista con por Skype con la Voz de América, Daniel Griswold investigador del Mercatus Center, de la Universidad George Mason.
"Nuestro estudio más reciente muestra que otros países que están compitiendo por talento con Estados Unidos, Australia, Canadá, el Reino Unido, tienen políticas más liberales en lo que respecta a los trabajadores altamente calificados, por lo que su equivalente a la visa H1b es de costo más bajo y menor tiempo de espera", detalló Griswold.
Una investigación de National Foundation for American Policy develó en 2008 que “las compañías de tecnología crean cinco nuevos empleos domésticos por cada visa H-1B que patrocinan con éxito”.
La Organización Internacional del Trabajo señaló, en agosto, que en América Latina hay “10 millones de jóvenes entre 15 y 24 años de edad que buscan incorporarse a los mercados de trabajo pero no consiguen una oportunidad”, lo que según expertos causa el efecto conocido como fuga de talento, y aunque son importantes para la economía de países como Estados Unidos, Griswold asegura que la nación ya cuenta con un gran potencial.
“Los jóvenes de Daca, la Acción Diferida para los llegados en la Infancia, son de hecho inmigrantes perfectos, ya han vivido en el país la mayor parte de sus vidas, hablan inglés con fluidez, todos han completado la escuela secundaria, muchos de ellos están en la universidad o se han graduado”, explicó Griswold.
Mientras expertos y empresas encuentran beneficios en esta población, la ley estadounidense continúa avanzando en adecuación para estas visas especializadas.