El director de la Agencia Internacional de Energía Atómica, un organismo de la ONU, visitó Irán por segunda vez desde el histórico acuerdo nuclear entre Teherán y varias potencias mundiales, que entró en vigor a principios de este año.
El jefe de la AIEA, Yukiya Amano, instó a todas las partes a adherirse al acuerdo.
El presidente iraní, Hasán Ruhani, afirmó que Irán cumplirá con el acuerdo si otras naciones lo hacen, y agregó que los informes de la AIEA deberían ser "técnicos e imparciales".
La AIEA denunció el mes pasado que Irán excedió su límite de agua pesada en 100 kilogramos (220 libras) en comparación con las 130 toneladas métricas permitidas bajo el acuerdo.
El agua pesada se utiliza para enfriar reactores que producen plutonio, un material que puede ser utilizado en bombas atómicas.
Irán dijo más tarde que transfirió 11 toneladas de agua pesada a Omán.