Nunca los mencionó por nombre, pero el presidente Barack Obama se metió con los candidatos presidenciales republicanos, especialmente con Donald Trump y Ted Cruz, durante su discurso del martes por la noche.
El presidente pareció referirse al lema de campaña de Trump, “hacer de Estados Unidos grande de nuevo”, cuando se refirió a que “hubo de aquellos que nos dijeron que temiéramos el futuro, que afirmaban que podíamos ponerle el freno al cambio con la promesa de restaurar una gloria pasada si algún grupo o alguna idea amenazaba el control de Estados Unidos. Y cada vez, superamos esos miedos”.
Obama también pareció aludir al comercial de Ted Cruz llamado “Invasión”, en que el senador republicano dice que hay que ver la inmigración como una amenaza económica.
El presidente dijo: “Los inmigrantes no son la razón por la que los salarios no han aumentado lo suficiente; esas decisiones se toman en consejos directivos que suelen dar prioridad con demasiada frecuencia a los beneficios trimestrales en vez de a los ingresos a largo plazo”.
Probablemente refiriéndose a las críticas republicanas a su gobierno, en que le acusan de haber debilitado al país, Obama dijo: “He dicho antes que todo el discurso sobre la decadencia económica de Estados Unidos es pura palabrería política. Y también lo es la retórica que oyen acerca de que nuestros enemigos son cada vez más fuertes y Estados Unidos cada vez más débil”.
“Estados Unidos de América es la nación más poderosa de la Tierra. Punto”, remarcó el presidente.
Más directa fue su alusión a los llamados de Trump y de varios gobernadores republicanos en que piden detener la llegada de refugiados musulmanes e incluso revisar su credo. Obama dijo: “Necesitamos rechazar cualquier política que ataque a las personas por motivos de raza o religión”.
“No es cuestión de ser políticamente correctos”, dijo el presidente.