En medio de un frío intenso y apenas con una capa de ropa, una pareja de nicaragüenses acaba de llegar a la ciudad de Nueva York.
Huyendo de su país se enfrentaron a muchos peligros para llegar a Estados Unidos y viajaron en el conocido como ‘El tren de la muerte’.
“Yo nunca había montado en un tren, que tenía que literalmente bajar lo más rápido que se pudiera en el tren así fuera corriendo”, comenta Martha Canales que salió de Nicaragua.
Ya en la frontera y luego de ser liberados por migración de México, cruzaron el Río Bravo sin saber nadar.
“Me decía el muchacho por donde te vas a pasar es hondo me decía y yo decía no importa yo veré que hago y gracias a Dios a la hora que pasamos el agua me llegaba hasta acá, arribita de la cintura y las corrientes no se sentían o tal vez mi mismo nervio”, recuerda.
La experiencia que ahora le saca lágrimas es algo que dice no quiere volver a repetir.
"No y yo tenía pensado traerme a mi hija pero con todo esto con lo que yo pasé, no”.
Ambos buscarán abrigos para el invierno mientras preparan su solicitud de asilo. Es muy complicado satisfacer los requisitos legales para obtener asilo.
Desde el 12 de octubre, pasado el Departamento de Seguridad Nacional comenzó a deportar a México a los migrantes venezolanos que lleguen de manera irregular y desde entonces ha aumentado el flujo de nicaragüenses hacía el interior del país. Ángela González, Voz de América, Nueva York.