“Ahmadinejad no es nuestro presidente, no representa a los ciudadanos de Irán”, dijo una mujer iraní quien junto a decenas de personas más cantaban consignas en contra del mandatario Mahmoud Ahmadinejad.
Como ha ocurrido durante los últimos años, con cada visita del presidente iraní a la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York, decenas de disidentes iraníes aprovechan el momento para recordarle a la ONU “los crímenes que comete Ahmadinejad en Irán”.
“No es nuestro presidente, es un asesino. En Irán hay más ejecuciones que en cualquier otra nación del planeta. A mí y a mi familia nos torturaron en varias ocasiones simplemente por decir la verdad, porque ofrecí una entrevista a un medio internacional. Llegaron a mi casa y me querían ejecutar. Torturaron a mi esposa frente a mí. Por eso estamos aquí para condenar la visita de Ahmadinejad a la ONU porque es el mayor terrorista del mundo”, dijo Moousta Essiabach.
Los protestantes se tomaron una pequeña plaza frente al edificio de la ONU, el sitio más cercano al que se puede llegar debido a las medidas de seguridad que protegen la zona.
“Estamos intentado conseguir la libertad para nuestro país. Queremos decirle a la ONU que se expulse a este abusador de los derechos humanos en Irán y decirle al mundo que Maryam Rajavi es nuestro verdadero líder”, dijo Essiabach, quien también portaba una pancarta con el rostro de Rajavi.
Otro grupo de jóvenes estudiantes se plantó en medio de la multitud y con máscaras del presidente iraní y del presidente de Siria, Bashar Al Assad, ridiculizaron a los mandatarios en una boda entre ambos “porque sin duda ambos son el uno para el otro”, dijo uno de los actores.
Mientras esto ocurría Ahmadijenad hablaba a la Asamblea General, solicitaba un “nuevo orden mundial que sea administrado colectivamente y con mayor equidad”.
Los protestantes eran menos ambiciosos. Ellos simplemente pedían la salida del líder iraní.