Una sonda de la NASA se aproximó a una distancia de 700 kilómetros del cometa Hartley 2 para tomar fotografías e investigar de cerca las características de este cuerpo celeste.
La sonda llamada Deep Impact logró el mayor acercamiento posible al astro pasando a unos 44 mil kilómetros por hora a través de la nube de gas y polvo de la atmósfera que envuelve su núcleo.
Según la NASA, a pesar de que el cometa es relativamente pequeño y tiene sólo unos 2,2 kilómetros de largo es muy activo.
Los científicos esperan que la misión revele datos valiosos cómo los que consiguió hace cinco años cuando un proyectil disparado desde la nave se estrelló contra otro cometa, el Pempel 1, y pudo determinar la existencia de al menos tres sectores con hielo en su núcleo.
La misión de esta sonda, que comenzó el 12 de enero del 2005, es una de las más ambiciosas emprendidas por la agencia espacial estadounidense.
Tim Larsen, el gerente del proyecto para la Observación y Caracterización de Planetas Extrasolares del Jet Propulsion Laboratory de la NASA, dijo que los científicos estaban "esperando lo inesperado".
"Cada vez que vuela por un cometa estamos sorprendidos con lo que vemos," dijo Larson. "Vemos cosas nuevas que nos obligan a plantear una gran cantidad de preguntas nuevas."
La NASA cree importante estudiar los cometas porque los astrónomos teorizan que esta colección de gas, hielo, rocas y polvo formaron los planetas más lejanos de nuestro sistema solar hace unos 4.500 millones años. Algunos científicos dicen que los cometas originalmente llevaban un poco de agua y compuestos orgánicos que se transformaron en la vida de nuestro planeta.
Se trata de la quinta vez que una nave espacial está lo suficientemente cerca para fotografiar el núcleo de un cometa.
"Esta es una oportunidad realmente única de acercamiento para hacer una comparación directa entre dos cometas diferentes y estudiar qué características tienen en común y cuales son primordiales." dijo Larson.
El cometa Hartley 2 recibió su nombre de Malcolm Hartley, el astrónomo que lo descubrió en 1986.