La estrategia que utilizaron individuos armados para robarse un contenedor valorado en más de 72 mil dólares que iba hacia El Salvador, provocó serias preocupaciones en empresarios nicaragüenses.
Los comerciantes temen que la inestabilidad económica y política del país esté abriendo la puerta para que grupos delincuenciales repliquen un esquema delictivo que opera en el Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras).
El director ejecutivo de la Cámara Nicaragüense del Sector Lácteo (CANISLAC), Oscar López, aseguró a la Voz de América que este tipo de delitos no habían ocurrido antes en Nicaragua.
“De sobre manera nos preocupa que esto se vuelva una constante en Nicaragua, esto es una constante en países vecinos, pero en Nicaragua nunca (…) ni siquiera una eventualidad, porque como decimos en el comunicado es el primer robo a un contenedor de queso que se da”, manifestó el empresario.
Sin respuesta de las autoridades
Por su parte el presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua, Guillermo Jacoby, advirtió que, si este tipo de atraco se convierte en una práctica, la economía pagará un alto costo, especialmente las exportaciones que perderían más competitividad.
“El impacto de un robo de esta naturaleza (…) de convertirse en hechos con alguna frecuencia, subirían los costos de seguridad de transporte y además subirían los costos de seguro que se pagan por esa carga, eso implicaría una disminución de la competitividad de los productos de Nicaragua en el mercado internacional”, argumentó.
La ruta en la que ocurrió el robo es la principal vía por donde transitan las exportaciones e importaciones en Nicaragua. La denuncia del hecho fue interpuesta ante la Policia Nacional hace un mes y hasta el momento las cerca de 600 familias asociadas a la cooperativa víctima del robo no han recibo una respuesta.
Los asaltantes se llevaron la documentación de exportación y se teme que hayan buscado salida del país a través de rutas alternas.
CANISLAC considera que, si el cabezal con el producto robado finalmente salió del país deben haber registros en los puestos fronterizos, pero hasta ahora no han obtenido respuesta sobre las investigaciones.
Los organismos financieros multilaterales han advertido del alto costo económico que tiene para el comercio regional la inseguridad en las carreteras del Triángulo Norte.
Un índice no deseable
Hasta antes de la crisis política destada en Nicaragua en 2018, con la represión del presidente Daniel Ortega a quienes se le oponen, Nicaragua se había destacado como un país que gozaba de un mejor nivel de seguridad ciudadana que algunas de las naciones vecinas.
El XIII Índice Anual de Paz Global, publicado en junio de 2019, ubicó a Nicaragua fue el país que más empeoró su nivel de paz durante 2018. El país bajó 54 puestos, respecto al año anterior y se sitúa en el lugar 120.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ha contabilizado al menos 325 muertes por las protestas de 2018, aunque organizaciones de derechos humanos de NIcaragua sostienen que son 594 los fallecidos, cuando gobierno de Ortega tan solo reconoce 199.
Paz Global centra sus análisis en tasas de homicidio y encarcelamiento; presencia de armas, gastos militares, conflictos armados, terrorismo, y el impacto económico global de la violencia en los países.