Tras una mañana de reuniones con el primer ministro iraquí Nuri al-Maliki, Obama dijo que otras naciones no deben interferir con la soberanía de Irak. Aunque no mencionó a ningún país, las autoridades estadounidenses observarán atentamente cualquier intento de Irán por influir sobre Irak después del retiro de los soldados americanos. "Nuestra firme presencia en el Oriente Medio persiste", afirmó.
"Estados Unidos nunca vacilará en la defensa de nuestros aliados, nuestros asociados y nuestros intereses", reiteró el mandatario al advertir a los vecinos de Irak que Estados Unidos mantendrá un papel protagónico en la región pese al retiro de sus soldados.
Los primeros indicios acerca de la futura orientación de Irak podrían entreverse en su respuesta ante la crisis de Siria, donde según Naciones Unidas han muerto 4.000 personas en la represión del gobierno contra los opositores.
Mientras Obama ha reclamado la renuncia del presidente sirio Bashar Assad, Irak se ha mostrado más reticente.