Reducir la compra de armas en un tres por ciento por año, teniendo como meta llegar al 15 por ciento en cinco años es lo que propone el presidente de Perú, Alan García.
La propuesta está enmarcada en el llamado “Protocolo para la paz, seguridad y cooperación en la región”.
La iniciativa del mandatario fue planteada ante la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) en septiembre de este año, durante la reunión extraordinaria de presidentes realizada en Argentina.
Informes indican que en el último quinquenio, los gobiernos de la región gastaron $153 mil millones de dólares y otros $23 mil millones de dólares en la compra de armas.
Para promover el plan de desarme que incluye un pacto de no agresión, una fuerza de intermediación de conflictos entre países y una fuerza de paz y seguridad frente a una amenaza externa, el gobierno peruano designó a varios ministros para que viajen a los países vecinos.
La ministra de producción de Perú, Mercedes Araoz, destacó la receptividad hallada en Buenos Aires y adelantó que Perú no descarta llevar la propuesta contra el armamentismo ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El presidente peruano ha reiterado en diversos foros que la carrera armamentista es absurda e inhumana.