El presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, pidió a su homólogo estadounidense, Donald Trump, que considere la posibilidad de deportar al expresidente Alejandro Toledo, acusado de corrupción.
La oficina de Kuczynski dijo que la solicitud para deportar a Toledo se hizo el domingo en una llamada telefónica con Trump. Perú cree que Toledo vive en California, pero Lima se enfrenta a obstáculos legales para sacarlo del país.
La Casa Blanca confirmó la conversación y divulgó un resumen de la misma, pero no mencionó la solicitud de deportación del Perú, diciendo que los dos discutieron otros temas. Una declaración de la oficina de Kuczynski dijo que Trump lo invitó a visitar Estados Unidos.
Los medios de comunicación locales en Perú informaron que Toledo tenía intención de volar durante el fin de semana a Israel, donde su esposa tiene ciudadanía. Pero Israel dijo que Toledo no estaba en un vuelo desde San Francisco que aterrizó el domingo por la noche, y que el ex líder peruano no sería admitido en el país.
En un anuncio en su cuenta de Twitter el domingo, Toledo negó que fuera un fugitivo, diciendo que "nunca huyó". Pero no dijo dónde estaba o si regresaría a Perú.
La semana pasada, un tribunal peruano ordenó el arresto y la detención de Toledo mientras los fiscales investigan si recibió $20 millones en pagos de la gigante constructora brasileña Odebrecht.
Autoridades de toda América Latina se han estado moviendo para acusar a los funcionarios acusados de recibir casi $800 millones de dólares en sobornos de Odebrecht. La compañía reconoció los sobornos cuando firmó un acuerdo de culpabilidad con el Departamento de Justicia de Estados Unidos en diciembre.
Utilizados para ganar contratos en 12 países, los sobornos incluyen unos $29 millones pagados en Perú por proyectos construidos durante las administraciones de Toledo (2001-2006) y dos de sus sucesores. Hasta ahora, tres funcionarios han sido arrestados.