Eligen a Putin como “corrupto del año”

Vladimir Putin estableció un sistema para asegurar interconexiones productivas con elementos criminales.

Grupo de periodistas de investigación europeo concede dudoso honor al presidente ruso.

Un grupo de periodistas de investigación con sede en Europa que cubre delincuencia organizada y la corrupción gubernamental nombró al presidente ruso, Vladimir Putin, como ”Persona del Año 2014".

El editor del Proyecto de Reporteo de Crimen Organizado y la Corrupción (OCCRP), Drew Sullivan, dijo que Putin "ha sido un verdadero innovador en el trabajo con el crimen organizado".

"Ha creado un complejo político-industrial-militar-criminal que promueve los intereses personales de Putin y de Rusia", dijo. "Creo que Putin ve esos intereses como una sola cosa”.

El grupo de lucha contra la corrupción alega que el presidente ruso estableció un sistema para asegurar interconexiones productivas con elementos criminales.

"Putin comenzó a arrestar a la mayoría de las principales figuras del crimen organizado en Rusia hace varios años, pero luego los liberó en silencio", dijo. "Ese fue el comienzo de la política estatal de Rusia de trabajar con el crimen organizado. OCCRP cree que Putin accedió a tolerar la criminalidad a cambio de apoyo criminal".

El grupo de lucha contra la corrupción, que tiene oficinas en Europa, Asia Central y América Latina, basó su decisión en las opiniones de más de 125 periodistas de investigación afiliados y 20 agencias de informes.

El experto en Rusia, Donald Jensen, de la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins, dijo que Putin sigue una larga lista de líderes rusos que han operado con grados de impunidad.

“Los gobernantes del país, desde los zares hasta los tiempos modernos, han actuado en gran medida como si fueran dueños de todo el país, incluyendo personas, la tierra y los recursos de Rusia", dijo Jensen. "La distinción entre el poder político y la propiedad - claramente dividido en Occidente por imperio de la ley - es claro que los derechos de propiedad están débilmente protegidos en Rusia”.

Con esto como base, Jensen nota tres aspectos fundamentales de la política rusa.

"En primer lugar, la corrupción no es una amenaza al sistema, es su sangre vital En segundo lugar, la práctica de la corrupción es una herramienta cardinal de gobierno para mantener a las élites. En tercer lugar, las contradicciones entre el constitucionalismo formal, las instituciones y los derechos de propiedad entre el papel – débiles como son – y la realidad más profunda de las relaciones patrimoniales [causa] tensión permanente en el sistema".