Los líderes del grupo de senadores bipartidista denomina “Banda de los Seis”, anunció que alcanzaron un acuerdo sobre un plan importante que permitiría reducer el déficit en más de $4 billones de dólares en una década, además de elevar el techo de la deuda.
El propio presidente Barack Obama saludó el esfuezo de los legisladores con una aparición pública sorpresiva pocos minutos después de las 1:30 de la tarde hora de Washington, donde reconoció que si bien todavía no pudo analizar en detalles la propuesta, claramente está en la misma dirección de lo que aspira la Casa Blanca.
Sin embargo el mandatario no excluyó completamente el plan en el que están trabajando desde hace varios días los líderes del senador, el demócrata Harry Reid y el republicano Mitch McConnell. En caso de no lograr un acuerdo en los votos sobre la iniciativa de la Banda de los Seis, la opción del plan Reid-McConnell volvería a ser una opción válida, a través de la cual sólo se aumentaría el techo de la deuda, sin tocar el déficit.
“La reacción sobre la propuesta fue extremadamente positiva”, dijo el presidente del comité de Presupuesto, el senador Kent Conrad, demócrata de Dakota del Norte e integrante del grupo junto a los también demócratas, los senadores Dick Durbin de Illinois y Mark Warner de Virginia.
Los esfuerzos de la Banda de los Seis tuvieron un nuevo impulso después de que el senador republicano por Oklahoma, Tom Coburn, se reintegró al grupo, junto a los otros dos republicanos, Mike Crapo de Idaho y Saxby Chambliss de Georgia.
Vota el Congreso
La Cámara de Representantes liderada por el Partido Republicano someterá a votación este martes una legislación que propone recortar miles de millones de dólar del presupuesto federal, a cambio de elevar el límite de la deuda para evitar la cesación de pagos.
El llamado Proyecto de Ley de Recorte, Límite y Equilibrio del Presupuesto, apoyada por los congresistas que representan al movimiento ultraconservador Tea Party, dentro del opositor Partido Republicano, apunta también a imponer límites estrictos a los futuros gastos del gobierno.
La iniciativa también propone que el Congreso y del Senado aprueben enmiendas constitucionales para formular un presupuesto balanceado, prohibiendo al gobierno gastar más de lo presupuestado.
El proyecto de ley tiene muy pocas posibilidades de ser ratificado por el Senado, controlado por el oficialismo del Partido Demócrata y de ser convertido en ley por el presidente Barack Obama.
La Casa Blanca sostiene que la iniciativa podría afectar seriamente las posibilidades del poder ejecutivo de ayudar a la clase media y a los ancianos.