El canciller ruso, Sergei Lavrov, dijo que es una “ilusión” creer que el bombardeo a las instalaciones militares sirias representarán el fin de la guerra civil en ese país.
La Marina de guerra rusa anunció que está enviando dos de sus navíos al Mediterráneo oriental, a una zona cerca de la costa de Siria.
Al mismo tiempo, la televisión estatal rusa mostró al presidente, Vladimir Putin, recorriendo tierras agrícolas inundadas en Siberia, a unos 6 mil kilómetros de distancia de la zona de conflicto.
Durante toda la semana, el mandatario ruso no ha hecho declaraciones públicas sobre Siria, y ha dejado a sus asesores que hablen mientras las potencias occidentales se preparan para castigar al presidente Bashar al-Asaad por presuntamente atacar con gases tóxicos la semana pasada a los habitantes de un suburbio en Damasco.
El viceprimer ministro ruso, Dimitri Rogozin dijo en su cuenta de Twitter que “Occidente se comporta en el mundo islámico como un mono con una granada”.
Triunfo militar “una ilusión”
El canciller ruso, Sergei Lavrov fue más diplomático acerca de la intervención occidental en la guerra civil en ese país cuando señaló que creer que “bombardeando la infraestructura militar siria y dejando el campo de batalla a los adversarios para que ganen será el final. Es una ilusión”.
Aun si vencen de esa manera, añadió, “la guerra civil continuará. Quienes estuvieron del lado del gobierno simplemente se convertirán en la oposición”.
De acuerdo con analistas rusos, uno o dos días de bombardeos de castigo no cambiarán el curso de una guerra que ya ha costado 100 mil vidas.
“El régimen sirio sufrirá mucho y perderá parte de su potencial, pero Rusia e Irán se lo compondrán. Todo será compensado”, dijo Georgy Mirsky, profesor de estudios del Oriente Medio en la Escuela de Alta Economía de Moscú.
Al igual que Mirsky, parlamentarios rusos dicen que el verdadero objetivo de Washington hoy en día es el mismo que tuvo en Afganistán, Irak y Libia, un cambio de régimen.
A juicio de Mirsky, Rusia ganará no haciendo nada, lo que él define como una posición “extremadamente ventajosa” puesto que ahora que los estadounidense se involucran en una nueva guerra “que no pueden ganar, todo es mejor para Rusia. Es muy ventajoso”, dijo.
Al mismo tiempo, la televisión estatal rusa mostró al presidente, Vladimir Putin, recorriendo tierras agrícolas inundadas en Siberia, a unos 6 mil kilómetros de distancia de la zona de conflicto.
Durante toda la semana, el mandatario ruso no ha hecho declaraciones públicas sobre Siria, y ha dejado a sus asesores que hablen mientras las potencias occidentales se preparan para castigar al presidente Bashar al-Asaad por presuntamente atacar con gases tóxicos la semana pasada a los habitantes de un suburbio en Damasco.
El viceprimer ministro ruso, Dimitri Rogozin dijo en su cuenta de Twitter que “Occidente se comporta en el mundo islámico como un mono con una granada”.
Triunfo militar “una ilusión”
El canciller ruso, Sergei Lavrov fue más diplomático acerca de la intervención occidental en la guerra civil en ese país cuando señaló que creer que “bombardeando la infraestructura militar siria y dejando el campo de batalla a los adversarios para que ganen será el final. Es una ilusión”.
Aun si vencen de esa manera, añadió, “la guerra civil continuará. Quienes estuvieron del lado del gobierno simplemente se convertirán en la oposición”.
De acuerdo con analistas rusos, uno o dos días de bombardeos de castigo no cambiarán el curso de una guerra que ya ha costado 100 mil vidas.
“El régimen sirio sufrirá mucho y perderá parte de su potencial, pero Rusia e Irán se lo compondrán. Todo será compensado”, dijo Georgy Mirsky, profesor de estudios del Oriente Medio en la Escuela de Alta Economía de Moscú.
Al igual que Mirsky, parlamentarios rusos dicen que el verdadero objetivo de Washington hoy en día es el mismo que tuvo en Afganistán, Irak y Libia, un cambio de régimen.
A juicio de Mirsky, Rusia ganará no haciendo nada, lo que él define como una posición “extremadamente ventajosa” puesto que ahora que los estadounidense se involucran en una nueva guerra “que no pueden ganar, todo es mejor para Rusia. Es muy ventajoso”, dijo.