La Peste Negra podría resurgir

Pruebas de ADN hechas a restos de víctimas de las pandemias han arrojado nuevos datos sobre las pandemias de otros siglos.

La Peste de Justiniano, que podría haber acabado con el Imperio Romano, y la Peste Negra, que mató a 200 millones de personas en Europa, persisten entre nosotros.
Un equipo internacional de científicos que traza los orígenes de dos de las más devastadoras plagas en la historia dicen que la misma plaga causó una pandemia hace cientos de años y advierten que las nuevas cepas podrían disparar nuevos brotes.

La llamada Peste de Justiniano, la primera que mencionan los historiadores, golpeó en el siglo sexto, en la época del emperador Justiniano. La pandemia se originó en China y mató entre 30 y 50 millones de personas. Los expertos creen que la plaga, causada por una bacteria transmitida por los roedores, contribuyó a la caída del Imperio Romano.

La peste se expandió luego por Asia, el norte de África, Arabia y Europa entre 1347 y 1354.

Ochocientos años más tarde, de acuerdo a los investigadores, la Peste Negra mató entre 75 millones y 200 millones de personas en Europa y África del Norte. La plaga se originó en Asia y volvió a reaparecer en el siglo XIX. La Peste Negra fue causada por una cepa diferente de la misma bacteria que causó la Peste de Justiniano.

Los expertos han juntado los hallazgos genéticos de las dos pandemias, desenterrando y analizando ADN de los restos de individuos que murieron durante esos eventos.

Hendrik Poinar, un experto en ADN antiguo de la Universidad McMaster de Ontario, dice que bolsones de Peste Negra persisten en nuestros días entre la gente que vive tanto en Madagascar como en el sur de Estados Unidos, una muestra de la adaptación de la bacteria.

“La plaga que tenemos hoy en día en ardillas y perros de pradera en el sur de Estados Unidos, esas son descendientes de la Peste Negra”, asegura.

Poinar insiste que como cualquier otra enfermedad infecciosa, es importante vigilarla para asegurarse de que los brotes no se conviertan en pandemias. El científico hace notar que las ciudades de hoy en día son mucho más limpias que las de hace muchos siglos, algo que reduce la posibilidad de una nueva plaga.

El artículo completo de los orígenes de la plaga se publica en el diario The Lancet Infectious Disease.