Los canadienses lamentaron la pérdida del cabo Nathan Cirillo, el reservista del ejército que fue muerto a tiros mientras hacía guardia en el monumento al soldado desconocido de ese país.
Banderas ondeaban a media asta para honrar Cirillo, un reservista de 24 años de Hamilton, Ontario, cuyo asesinato dio inicio a un ataque que terminó con un hombre armado irrumpiendo en el Parlamento y abriendo fuego antes de ser abatido a tiros.
Cirillo era un entusiasta militar de toda la vida que se unió a los cadetes a los 13 años y estaba entrenando para convertirse en un soldado a tiempo completo, según el alcalde de Hamilton, Bob Bratina.
Representantes militares se reunieron con la familia, que se negó a hablar con los periodistas.
Amigos recordaron a Cirillo como un padre amoroso con su hijo de seis años, un entusiasta por el ejercicio y siempre dispuesto a ayudar a sus amigos.
“Él sabía lo que le gustaba y lo que quería, y ser un soldado era uno de sus principales objetivos. Le encantaba ver películas de guerra, y su hijo, le encantaba su hijo, ehizo todo lo posible para ser un padre amoroso y divertido”, dijo Ashley Moerschfelder, de 19 años.
Cirillo estaba separado de la madre de su hijo, se informó.