El Congreso de EE.UU. analizó la influencia terrorista en Latinoamérica, asegurando que, en muchos casos, estas naciones son escondite de criminales.
La Cámara de representantes de Estados Unidos analizó la amenaza de grupos terroristas en América Latina en medio de las transformaciones que experimenta la región.
Celina Realuyo, de la Universidad Nacional de Defensa, describió la situación en su testimonio.
“El tráfico de drogas, el lavado de dinero, el comercio de ilícitos en Latinoamérica que patrocina Hezbolá está impactando a los consumidores estadounidenses, las instituciones financieras y los mercados”, explicó Realuyo.
Por su parte, Douglas Farah, del Centro para estudios estratégicos internacionales, señaló la complacencia de algunos gobiernos de la región con el terrorismo.
“Gobiernos como los de Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Ecuador crean un ambiente permisivo operacional en el cual las FARC, Hezbolá, funcionarios iraníes, ETA y otros pueden reunirse e intercambiar lecciones aprendidas y construir alianzas”, sostuvo Farah.
Michael Shifter, presidente de la organización Dialogo Interamericano, en Washington, sostuvo que la ayuda de EE.UU. en la región es prácticamente indispensable.
“El clima organizado es unas de las mayores preocupaciones en muchos países de la región. Colombia, por fortuna, usa el apoyo de Estados Unidos para entrenar a los cuerpos policiales de Centro América y otros países para lidiar con este problema”, dijo Shifter.
Estados Unidos coopera con varios países de centro y sur américa en materia de lucha contra el crimen transnacional y el terrorismo, pero algunas regiones, parece que la ayuda es insuficiente.
Celina Realuyo, de la Universidad Nacional de Defensa, describió la situación en su testimonio.
“El tráfico de drogas, el lavado de dinero, el comercio de ilícitos en Latinoamérica que patrocina Hezbolá está impactando a los consumidores estadounidenses, las instituciones financieras y los mercados”, explicó Realuyo.
Por su parte, Douglas Farah, del Centro para estudios estratégicos internacionales, señaló la complacencia de algunos gobiernos de la región con el terrorismo.
“Gobiernos como los de Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Ecuador crean un ambiente permisivo operacional en el cual las FARC, Hezbolá, funcionarios iraníes, ETA y otros pueden reunirse e intercambiar lecciones aprendidas y construir alianzas”, sostuvo Farah.
Michael Shifter, presidente de la organización Dialogo Interamericano, en Washington, sostuvo que la ayuda de EE.UU. en la región es prácticamente indispensable.
“El clima organizado es unas de las mayores preocupaciones en muchos países de la región. Colombia, por fortuna, usa el apoyo de Estados Unidos para entrenar a los cuerpos policiales de Centro América y otros países para lidiar con este problema”, dijo Shifter.
Estados Unidos coopera con varios países de centro y sur américa en materia de lucha contra el crimen transnacional y el terrorismo, pero algunas regiones, parece que la ayuda es insuficiente.