Ante la crisis fronteriza, Texas desplegará unos mil miembros de la Guardia Nacional.
El costo del envío le costará al estado unos $38 millones de dólares y serán ordenados por el gobernador Rick Perry.
Los fondos de emergencia podrían servir para cubrir unos tres meses del despliegue.
El resto de los fondos debe llegar por orden legislativa y donde algunos demócratas han criticado el uso de guardias nacionales en la frontera.
La decisión del despliegue en la frontera se da ante la preocupación por el incremento de la criminalidad.
El vicegobernador David Dewhurst apoya la iniciativa de Perry.
Un numero elevado de niños, unos 57.000, han llegado de forma ilegal a Estados Unidos.
Por su parte, Estados Unidos sigue lanzando campañas para frenar la salida de menores de sus países hacia Estados Unidos.