Se cumple un mes de la muerte del adolecente afroestadounidense Trayvon Martin, de 17 años, a manos de un vigilante comunitario en Florida, este lunes 26 de marzo de 2012, en medio de una creciente tensión sobre discriminación, leyes estatales de armas y la justicia que se vive en Estados Unidos.
Se prevé que miles de personas en Washington, Nueva York, Miami, y otras ciudades del país, protesten para que George Zimmerman, de 28 años y origen hispano, sea arrestado por la muerte de Martin.
Zimmerman, quien actuaba como vigilante voluntario, le disparó a Martin el pasado 26 de febrero cuando éste caminaba vestido con una sudadera con capucha por una urbanización en Sanford, cerca de la ciudad de Orlando.
La policía detuvo al guardia pero lo dejó en libertad y sin acusaciones, después de que alegara que había actuado en defensa propia. Sin embargo, Martin estaba desarmado y las grabaciones de la policía divulgadas la semana pasada no registran amenaza alguna, algo que ha desatado la ira de la comunidad afroamericana en el país y abrió para a un encendido debate sobre discriminación.
“Si tuviese un hijo, se parecería a Trayvon”, dijo el presidenet Barack Obama el pasado viernes en su primera declaración sobre el caso. “Mi principal mensaje es para los padres de Trayvon Martin. Tienen razón cuando esperan que todos nosotros, como estadounidenses tomemos esto con la seriedad que se merece y vamos a ir al fondo de lo que exactamente pasó”.
Las sudaderas con capuchas se han convertido en un símbolo para expresar solidaridad e ira contra lo que manifestantes consideran una justicia retrasada. Los jugadores del Miami Heat, artistas, líderes cívicos, entre otros, han mostrado su respaldo a la causa utilizándolas en público.
La familia de Martin lanzó la campaña "Un millón de capuchas" para juntar firmas pidiendo la detención de Zimmerman, logrando sumar hasta el momento casi dos millones de firmas.
En las manifestaciones, convocadas por grupos afroestadounidenses, los asistentes han usado capuchas similares a la que llevaba Martin el día de su muerte.