EE.UU. aumentó aranceles, mientras China dice que conversaciones no se han roto

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó este viernes elevar los aranceles a las importaciones de China restantes.

El presidente Donald Trump ordenó el viernes al Representante de Comercio de Estados Unidos que inicie el proceso para subir los aranceles a las importaciones restantes de China, dijo funcionario en un comunicado.

El texto del Representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer, dice que el valor de los productos que serán objeto de la nueva ronda de aranceles es de aproximadamente 300.000 millones de dólares.

Estados Unidos aumentó el viernes de 10% a 25% los aranceles sobre 200.000 millones de dólares de importaciones procedentes de China. Horas después, la 11ma ronda de conversaciones entre Estados Unidos y China concluyó sin un acuerdo.

Vea: EE.UU. sube aranceles a bienes de China, Trump cataloga de "cordial" actual negociación.

La medida adoptada el viernes aumenta a 250.000 millones de dólares el valor de las importaciones chinas sancionadas con aranceles de 25%. Sin embargo, alrededor de 300.000 millones de dólares en importaciones chinas continúan indemnes en la disputa que ha durado un año.

Agregó que los detalles del proceso para el aviso público y el período de comentarios para los aranceles serán publicados dentro de poco en el diario oficial y que habrá más detalles disponibles el lunes en el sitio en internet de la oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos.

La oficina de Lighthizer tendrá que escuchar comentarios públicos antes de proseguir con los nuevos aranceles.

El viceprimer ministro chino, Liu He, aseguró el sábado que las conversaciones comerciales con Estados Unidos no se han roto, pese a que las negociaciones bilaterales concluyeron la víspera sin acuerdo, horas después de que el presidente Donald Trump aumentó a más del doble los aranceles a importaciones chinas por un valor de 200.000 millones de dólares.

China: conversaciones no se han roto

El viceprimer ministro chino, Liu He, aseguró el sábado que las conversaciones comerciales con Estados Unidos no se han roto, pese a que las negociaciones bilaterales concluyeron la víspera sin acuerdo, horas después de que el presidente Donald Trump aumentó a más del doble los aranceles a importaciones chinas por un valor de 200.000 millones de dólares.

La televisora de Hong Kong Phoenix TV mostró el sábado a Liu diciendo a los periodistas que el fracaso en alcanzar un acuerdo en la guerra de aranceles con Estados Unidos durante las reuniones del jueves y el viernes en Washington fue sólo “un pequeño revés”.

Liu dijo que era cautelosamente optimista. Habló con los periodistas antes de partir de Washington hacia Beijing después de que terminaran las conversaciones, con China insistiendo en que un acuerdo requiere que se eliminen primero los aranceles sobre sus exportaciones.

Lea también: A horas de conversaciones con China en Washington, Trump insiste en aranceles.

El viceprimer ministro chino agregó que las dos partes estaban en desacuerdo sobre la cantidad de bienes que China se comprometió a comprar a Estados Unidos para ayudar a equilibrar la balanza comercial y reducir el déficit comercial estadounidense.

El presidente Donald Trump afirmó el viernes en Twitter que los aranceles “podrían o no eliminarse, depende de lo que suceda con respecto a futuras negociaciones”.

Un funcionario de la Casa Blanca, quien habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado para hablar públicamente del tema, confirmó que las conversaciones habían concluido por el día, pero no dijo cuándo se retomarían.

El gobierno de Trump escaló la confrontación después que partió la delegación china.

Los aranceles son impuestos pagados por importadores de Estados Unidos que con frecuencia son absorbidos por los clientes y empresas que dependen de componentes importados. Trump dijo que planeaba extender el arancel a todos los productos chinos importados por Estados Unidos.

En represalia al aumento previo de aranceles, Beijing hizo lo propio sobre 110.000 millones de dólares en productos estadounidenses, pero los reguladores se quedan sin opciones de bienes estadounidenses para penalizar debido al desbalance comercial.