Trump goza de "muy buena salud" pero no se apega a su dieta

Hace un año su médico personal lo declaró “en excelente estado de salud” tras una batería de exámenes de su corazón, pulmones, sistema intestinal y otras áreas.

El médico del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró el viernes que el presidente estaba "en muy buen estado de salud" luego de cuatro horas de examen en el hospital militar Walter Reed, dijo un comunicado.

Los detalles sobre el peso, niveles de colesterol y presión arterial de Trump no fueron divulgados en el comunicado del médico de la Casa Blanca, Sean Conley, luego de que él y 11 especialistas sometieron al presidente de 72 años a una serie de exámenes médicos.

"Si bien los reportes y recomendaciones se están completando, estoy feliz de anunciar que el presidente de Estados Unidos tiene muy buena salud y espero que siga así durante el resto de su presidencia, y más allá", afirmó Conley.

Trump se sometió a su segundo examen físico como presidente en el Walter Reed National Military Medical Center. Conley dijo que Trump no pasó por procedimientos que requirieran sedantes o anestesia, lo que significa que no se hizo una colonoscopia.

Hace poco más de un año, el médico de Trump lo declaró con "excelente salud", pero se indicó al mandatario que tratase de perder entre 4,5 y 7 kilogramos a través de una dieta más sana y haciendo ejercicio. Hay poca evidencia que apunte a que ha perdido una cantidad significativa de peso.

Asesores dijeron que ahora el republicano come más pescado, pero que aún disfruta de los filetes -bien cocidos y con ketchup- y de las papas fritas preparadas por los chefs de la Casa Blanca y del Trump International Hotel en Washington.Trump también tiene una documentada inclinación por la comida rápida.

Trump ha reconocido que no ha sido tan estricto con la dieta. Tampoco se sabe que entre al gimnasio de la Casa Blanca para hacer ejercicio.

"El presidente recibió un plan de dieta y ejercicios el año pasado después de su examen físico anual, pero el presidente admite que no lo ha seguido con rigurosidad", dijo el portavoz de la Casa Blanca Hogan Gidley.

Trump toma diariamente una dosis de 10 miligramos (mg) de Crestor para reducir el colesterol, 81 mg de aspirina para la salud cardíaca y 1 mg de Propecia para la prevención de la pérdida de cabello. (Reporte de Steve Holland; Editado en español por Janisse Huambachano y Ricardo Figueroa)

Hace un año su médico personal lo declaró “en excelente estado de salud” tras una batería de exámenes de su corazón, pulmones, sistema intestinal y otras áreas. El doctor, contralmirante Ronny Jackson, luego sostuvo una inusual conferencia de prensa en la Casa Blanca en que declaró que Trump “tienes unos genes increíbles, así lo creó Dios”.

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Jackson también predijo que Trump, quien no bebe ni fuma, concluirá su presidencia sin problemas médicos de gravedad.

El examen no es obligatorio pero los presidentes hoy en día lo realizan, y publican los resultados para asegurarle a la ciudadanía que están en condiciones de administrar el gobierno.

La prueba del año pasado arrojó diversos datos sobre el presidente Trump: estatura, peso, ritmo cardíaco, presión arterial y niveles de colesterol. Hubo pruebas a sus ojos, nariz, garganta, corazón, pulmones, sistema digestivo, piel, dientes. Hubo también pruebas neurológicas y cognitivas. No hubo examen del oído pues según Jackson no hubo tiempo.

En el examen físico del año pasado, Trump pesó 108 kg. Su ritmo cardíaco en reposo fue de 68 latidos por minuto (lpm), su presión arterial fue de 122/74 y su colesterol total fue de 223 (HDL 67, LDL 143).

En ese examen de 2018, una prueba de esfuerzo encontró una capacidad de ejercicio superior a la media y una evaluación cognitiva normal.

Jackson dijo que realizó el examen cognitivo porque Trump lo pidió pero que él no pensaba que era necesario porque él interactuaba con Trump todos los días. Según Jackson, Trump tuvo un resultado perfecto en sus pruebas cognitivas. En ese entonces había dudas de la aptitud mental de Trump debido a rumores de que cundía el caos en la Casa Blanca y un episodio en público en que Trump parecía pronunciar mal las palabras. Trump tuiteó que “soy un genio sumamente estable”.

Trump pesaba el año pasado 108 kilos (239 libras) y su médico en ese entonces recomendó que comiera más saludable e hiciera ejercicio. Al mandatario, sin embargo, le sigue gustando la comida rápida.