Las autoridades ucranianas acusaron a Moscú del asesinato de un periodista y escritor ruso muy crítico con el Kremlin, Arkadi Babchenko, asesinado el martes a balazos en Kiev, donde se había exiliado.
La esposa de Babchenko lo encontró sangrando en el edificio de apartamentos en el que vivían en Kiev y llamó a una ambulancia, pero el periodista falleció camino al hospital, señaló la policía ucraniana.
La víctima recibió varios impactos de bala por la espalda, afirmó la policía.
Harlem Desir, representante de libertad de prensa en la Organización por la Seguridad y Cooperación en Europa, dijo que estaba “horrorizado” por el fallecimiento de Babchenko.
“Hago un llamado a las autoridades ucranianas a conducir de inmediato una investigación total”, escribió en Twitter.
Exsoldado ruso en las guerras de Chechenia y convertido en un reportero de guerra experimentado y respetado, Babchenko, de 41 años, fue abatido en su casa. La policía dijo en seguida que seguía la pista de un crimen relacionado con su profesión.
"Estoy seguro de que la máquina totalitaria rusa no ha perdonado su honestidad", expresó el primer ministro ucraniano, Volodimir Groisman en su página Facebook. "¡Los asesinos deben ser castigados!", agregó.
Estas declaraciones fueron inmediatamente condenadas por el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
"Arkadi Babchenko fue asesinado, abatido en la escalera de su edificio y el primer ministro ucraniano responsabiliza a los servicios especiales rusos (...) Es muy triste", dijo Lavrov.
El director de los servicios de seguridad rusos (FSB), Alexandre Bortnikov, también rechazó las acusaciones ucranianas como "tonterías" y "provocación". "Parece que se están volviendo locos", dijo a Interfax.
El Kremlin "condenó firmemente" el asesinato, calificado de "tragedia", y dijo "esperar una verdadera investigación". Ucrania se ha convertido en "un lugar muy peligroso" para los periodistas, que son expulsados, detenidos o asesinados, denunció su portavoz, Dmitri Peskov, llamando a una "reacción muy firme" de la comunidad internacional.
Babchenko fue asesinado a balazos el martes por la noche en Kiev, donde estaba exiliado, pues se sentía amenazado tras denunciar el papel de Rusia en el conflicto en el este de Ucrania.
Este asesinato, que ha provocado conmoción en la profesión en Rusia y Ucrania, es el segundo en menos de dos años de un periodista ruso residente en la capital ucraniana.
El 20 de julio de 2016, el ruso-bielorruso Pavel Sheremet murió en la explosión de una bomba colocada en el vehículo que conducía en pleno centro de Kiev, un caso que aún no se ha esclarecido.
El ministro de Exteriores ucraniano, Pavlo Klimkine, consideró que era "demasiado pronto para sacar conclusiones" pero señaló "una similitud sorprendente en los métodos que Rusia utiliza para provocar una desestabilización política".
Sus homólogos de Suecia, Margot Wallstrom, y Lituania, Linas Linkevicius, condenaron en Twitter el asesinato del periodista llamando a "llevar ante la justicia a los responsables" de este crimen.
Babchenko fue encontrado en su casa de la perfieria de Kiev, según el portavoz de la policía nacional, Iaroslav Trakalo.
"Su esposa estaba en el cuarto de baño, oyó un ruido seco. Cuando salió vio a su marido ensangrentado", que "murió en la ambulancia" que lo conducía al hospital.