El gobierno en disputa de Venezuela se desligó este viernes de la muerte de un concejal opositor que apareció incinerado, señalando que se trató de un crimen pasional y no de un asesinato político, como asegura el presidente interino, Juan Guaidó.
Según el ministro de Interior, Néstor Reverol, el dirigente Edmundo Rada, cuyo cuerpo fue encontrado el pasado 17 de octubre, murió de “un disparo en la cabeza” que le propinó el novio de su expareja en medio de una discusión.
El hecho se produjo el 16 de octubre en la vivienda de la mujer en la barriada de Petare, en Caracas, donde el cadáver permaneció “15 horas aproximadamente”, dijo Reverol en una transmisión televisada.
Con ayuda de otros tres sospechosos, el supuesto homicida trasladó el cuerpo a un sector en las afueras de la capital, donde fue hallado calcinado, explicó el ministro, citando la investigación de la policía científica (CICPC).
Le expareja de Rada fue detenida y, según el ministro, reveló los hechos. El gobierno solicitó la captura de los demás sindicados.
Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por medio centenar de países, rechazó la versión de Reverol e insistió en que fue un “asesinato de carácter político”.
El ministro acusó a Guaidó de intentar “politizar” el hecho “utilizando el dolor de los familiares de la víctima”.
Guaidó culpó a las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), un cuerpo de élite de la policía creado en 2017 y acusado de múltiples violaciones de derechos humanos en su lucha contra la delincuencia, incluidas supuestas ejecuciones.
Rada, concejal del municipio de Sucre, en el este de Caracas, militaba en el partido Voluntad Popular junto a Guaidó y era conocido como líder social en Petare.