El restaurante City Winery, en Nueva York, anunció que sus clientes deberán realizarse una prueba de COVID-19 antes de poder sentarse a su mesa.
Según un comunicado, cuando el cliente haga la reserva cobrarán $50 para la prueba.
A su llegada, se les tomará una muestra con un hisopo y mientras esta es analizada, se les invitará a una copa de vino durante los 10 o 15 minutos de espera.
Explicaron que dar negativo no exime de cumplir el resto de medidas como la distancia social y el uso de mascarilla.
En el caso de resultar positivo, la mesa quedará libre y el test se remitirá a un laboratorio para que confirme el resultado.
El restaurante, localizado en el exclusivo Meatpacking District, implementó el requisito los martes y miércoles en horario de cena.
Asimismo, apuntaron que el 100% de esa tarifa va directamente a la empresa de pruebas y que “todos los empleados de City Winery también se harán esta prueba antes de entrar”.
Según un comunicado, cuando el cliente haga la reserva cobrarán $50 para la prueba.
A su llegada, se les tomará una muestra con un hisopo y mientras esta es analizada, se les invitará a una copa de vino durante los 10 o 15 minutos de espera.
Explicaron que dar negativo no exime de cumplir el resto de medidas como la distancia social y el uso de mascarilla.
En el caso de resultar positivo, la mesa quedará libre y el test se remitirá a un laboratorio para que confirme el resultado.
El restaurante, localizado en el exclusivo Meatpacking District, implementó el requisito los martes y miércoles en horario de cena.
Asimismo, apuntaron que el 100% de esa tarifa va directamente a la empresa de pruebas y que “todos los empleados de City Winery también se harán esta prueba antes de entrar”.