El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, señaló recientemente que aspira a tratar con su homólogo de Guyana, Irfaan Ali, la controversia territorial que sostienen ambos países hace más de un siglo. Ambos mandatarios se reunirán en San Vicente y las Granadinas en un encuentro promovido por la comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, Celac, y la comunidad del Caribe, Caricom: “Yo dije: lo logramos. El diálogo cara a cara es un gran logro del pueblo de Venezuela, de la voluntad, del ejercicio de la soberanía del pueblo. Esto se resuelve es hablando cara a cara” aseveró.
El presidente de Guyana, Irfaan Ali, aclaró que la reunión es para rebajar tensiones y no para negociar fronteras y catalogó como una amenaza directa las declaraciones de Maduro en las que ordena a la petrolera PDVSA entregar licencias para la explotación de recursos en el Esequibo: “las medidas anunciadas son un flagrante desacato a la orden dada por la Corte Internacional de Justicia. Guyana lo considera una amenaza inminente a su integridad territorial” declaró.
El analista político Benigno Alarcón descarta un escenario bélico entre ambas naciones: “a Guyana no le interesa, nunca le ha interesado, porque obviamente Guyana está en una posición digamos de vulnerabilidad, es un país pequeño, no tiene ejército. Y en el caso de Venezuela, va a ser vista lamentablemente como ya lo han dicho, como el agresor” destacó.
El abogado constitucionalista Manuel Rojas Pérez aseguró que de allí deberían salir algunos acuerdos: “Donde haya decisiones que favorezcan a Venezuela y de alguna manera también favorezcan a Guayana” enfatizó.
La Corte Internacional de Justicia ha revisado la disputa territorial desde 2018 y celebrará un juicio en 2024, tras décadas de negociaciones fallidas entre los dos países a través de las Naciones Unidas.