El petro, la moneda digital creada hace siete años por el gobierno de Nicolás Maduro para eludir las sanciones económicas de Estados Unidos, se encuentra esta semana en el foco ante reportes de prensa sobre su inminente desaparición.
La Plataforma Patria, una página web donde gobierno de Maduro gestiona bonificaciones a millones de empleados públicos y pensionados, anunció hace semanas que cerrarían a partir del lunes 15 de enero los monederos digitales donde se operaba con criptomonedas.
La decisión se tomó “para concentrar los recursos tecnológicos (del gobierno) en los monederos de bolívar digital y petro”, advirtió en un comunicado en diciembre la plataforma.
Algunos expertos consultados interpretan los últimos reportes sobre la moneda digital como una reafirmación de su desuso en la economía venezolana —si bien no hay confirmación oficial sobre la supuesta desaparición del petro del sistema financiero de Venezuela—, mientras otros opinan que el petro podría permanecer como una unidad de cuenta.
Los fondos reflejados en petros en la aplicación estatal PetroApp se enviaron automáticamente al sitio web Monedero Patria, desde donde miles de usuarios podrán transferirlos en bolívares a sus cuentas bancarias.
La Cámara Venezolana de Empresas Criptofinancieras precisó que lo ocurrido esta semana era la mera devolución de los criptoactivos bloqueados a los usuarios en esa plataforma del Estado desde marzo del año pasado.
Esas noticias, no obstante, derivaron en especulación e incertidumbre sobre el petro como activo digital del chavismo.
Sigue como unidad de cuenta, por ahora
El economista venezolano Manuel Sutherland cree que se aproxima el fin del petro como “un criptoactivo intercambiable” dentro del sistema del gobierno madurista, pero que aún “pudiera permanecer” como unidad de cuenta —una referencia de cuánto cuesta algo.
Maduro lanzó el petro en diciembre de 2017 como un salvavidas económico en un contexto de sanciones económicas de EEUU y de devaluación progresiva del bolívar, respaldado en el papel por las reservas petroleras y de oro de Venezuela.
Maduro presumió entonces que el petro le ayudaría a “vencer el bloqueo financiero” por las sanciones norteamericanas.
“Es el único país del mundo donde el gobierno, como política de Estado, ha asumido iniciativas para que las criptomonedas formen parte de todo el sistema económico”, afirmó Maduro en aquellos días, mientras los especialistas criticaban la iniciativa.
La entrada en vigor del petro representó el fin de los controles de precios de bienes, productos y servicios, así como una flexibilización del control cambiario en el país. Meses luego, el gobierno nacional despenalizó el uso del dólar en la economía interna.
A pesar de que Maduro informó que los sueldos, las pensiones y los tipos de cambio en Venezuela se anclarían al valor del petro, este no despegó como una moneda de uso masivo, zanjó Sutherland.
No es una criptomoneda
Las novedades sobre el petro tendrán un impacto “insignificante” en el país, aseguró a la Voz de América Carlos Ñáñez, economista y profesor de las universidades de Carabobo y Católica Andrés Bello.
“Si llega a desaparecer, desaparece como unidad de cuenta para el sector público. En 2018, dijimos que no era una criptomoneda, que son descentralizadas y se transmiten a través del blockchain y no de políticas monetarias”, apuntó.
La desaparición del petro no tendría ninguna incidencia en el pago de salarios en Venezuela"Carlos Ñáñez, economista
Con un valor fijado en 60 dólares por unidad, Maduro llegó incluso a anunciar en 2022 que los salarios del sector público equivaldrían a “medio petro”.
Casi dos años después, sin embargo, el salario mínimo mensual sigue estancado en 3,6 dólares o 130 bolívares, no en los 30 dólares del "medio Petro".
Los saldos de cuentas en bancos del Estado y los privados siguen reflejados tanto en monedas corrientes como en petros por exigencia oficial, pero su referencia para pagos y transacciones en Venezuela es prácticamente nula.
Disminuido y sin confianza
El cierre de los monederos digitales del Estado venezolano y la migración de sus fondos en petro al Monedero Patria significa que el petro pasa del poco uso e influencia que siempre ha tenido en la economía venezolana “a la nada, prácticamente”, según Henkel García, analista financiero y director de la firma Albus Data.
“Su función ya estaba disminuida. Había mínima confianza en él”, dijo a la VOA.
El economista Leonardo Vera asegura por su parte que el petro “nunca se consolidó” como medio de pago nacional o internacional, como aspiraba el gobierno venezolano.
El anuncio de la Plataforma Patria representa la imposibilidad de que la gente ahorre en petros, dijo.
(El petro) “no ha desaparecido del todo” y se seguirá usando como “marcaje” de precios de trámites en notarías, pagos en oficinas del Estado o de las tarifas de los servicios públicos, por ejemplo, opinó.
“Poco a poco, el petro fue perdiendo toda cualidad de una moneda digital y ahora tampoco funciona como depósito de valor”, remarcó.
El gobierno venezolano demandó cuando comenzó a usar el petro que los pagos de aranceles, tributos, impuestos, multas y documentos de identidad se realizaran en esa criptomoneda.
En la práctica, el bolívar y el dólar siguieron siendo las monedas referenciales.
El petro tampoco fue bien recibido en mercados extranjeros, entre advertencias de EEUU sobre los inconvenientes que tendrían sus eventuales usuarios.
Economistas de renombre mundial afirmaron hace años que el petro era “un misterio”, pues no conocían a nadie que hubiese poseído o usado esa moneda.
Tom Robinson, cofundador de la compañía de análisis de blockchain Elliptic, le dijo a la BBC de Londres en 2019 que el petro venezolano era considerado “una broma” y “un engaño” en la industria de las criptomonedas.
El entonces presidente estadounidense Donald Trump firmó en marzo de 2018 una orden ejecutiva para prohibir el uso del petro en todas las transacciones, financiamientos y otros negocios por parte de estadounidenses o dentro de Estados Unidos "con cualquier moneda, divisa o ficha digital" emitida por el gobierno de Venezuela.
Corrupción contra el propio Estado
Las recientes decisiones que involucran al petro ocurren en un contexto de intervención y reestructuración de la Superintendencia de Criptomonedas, que fue epicentro de una trama de corrupción con fondos públicos destapada por el gobierno venezolano en marzo del año pasado.
Ese escándalo, según el cual se habría desfalcado al Estado con cientos de millones de dólares mediante operaciones petroleras y monedas digitales del sistema público, provocó los arrestos de decenas de funcionarios.
Entre los detenidos por el caso destacan el entonces superintendente de criptomonedas, Joselit Ramírez, y el diputado Hugbel Roa, quien promovió el petro en 2017 cuando ejercía como ministro del gobierno nacional.
El escándalo por corrupción destronó también al ministro de petróleo y exvicepresidente Tarek El Aissami, a quien el chavismo dice estar investigando por esos desfalcos, y derivó en una purga de personal en la superintendencia nacional de criptomonedas.
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