Equipos de ingenieros trabajan sin cesar para restaurar el servicio de electricidad a miles de hogares, después de que vientos huracanados azotaron ayer a Gran Bretaña e Irlanda, causando la muerte de siete personas. Un vocero de la planta Hidroeléctrica Escosesa señaló unas ocho mil viviendas aun permanecen sin energía hoy.
Escocia fue la parte más afectada del Reino Unido, ya que fuertes vientos obligaron el cierre de puentes, ocasionaron accidentes viales y paralizaron el sistema ferroviario.
El severo clima también aumentó el riesgo de inundaciones en algunas zonas de Gran Bretaña, incluso, muchas áreas donde se registran mareas fueron declaradas en estado de alerta, dado que se pronosticaron altas mareas y fuertes vientos en la región.