Un examen genético permitió a una mujer dar a luz a un bebé libre de un gen defectuoso, que afectaba a los miembros que su familia, quienes estaban predispuestos a contraer el mal de Alzheimer a temprana edad.
Se trata del primer caso en que el procedimiento es utilizado para asegurar que un bebé no posea una rara mutación genética que generalmente causa demencia y problemas con la memoria.
Los embriones fueron creados en un laboratorio, en base a los óvulos de la madre y los espermas del padre y luego fueron sometidos a exámenes para detectar defectos genéticos.
Un embrión que no presentaba el defecto fue implantado posteriormente en la mujer, quien dió finalmente a luz su bebé. Mientras algunos médicos consideran que el procedimiento de control genético es una piedra angular, algunos críticos opinan que éste presenta problemas bioéticos.