El presidente Bush afirmó que Estados Unidos y sus aliados ingresaron en la segunda etapa de la guerra contra el terrorismo. Una etapa en la que deben asegurarse de que a los terroristas no se les permita ampararse.
Hablando en la Casa Blanca, en una ceremonia que recordó los seis meses transcurridos desde que los ataques terroristas fueron perpetrados contra Estados Unidos, Bush prometió que todos los terroristas deben llegar a ser refugiados internacionales. El mandatario prometió efectuar una campaña diplomática, financiera y militar a nivel mundial, contra las redes terorristas.
En un discurso pronunciado con 170 banderas iadas a su espalda, Bush honró a las naciones involucradas en las gestiones antiterroristas lanzadas en los últimos seis meses. El mandatario mencionó a Alemania, Dinamarca y Afganistán como naciones que han dado las vidas de sus soldados por la causa contra el terrorismo.
El gobernante estadounidense también advirtió que vendrán otras batallas, señalando que todas las naciones deben tomar en serio la amenaza del terrorismo a escala catastrófica.
Bush también advirtió sobre la posibilidad de ataques químicos, biológicos y nucleares, afirmando que a los hombres que no respetan la vida nunca se les debe permitir controlar lo que calificó como máximos instrumentos de la muerte.