Una corte escocesa especial en Holanda ratificó la condena a un agente de inteligencia libio, sentenciado a cadena perpetua por haber colocado una bomba en un avión de la línea aérea estadounidense Pan Am que explotó cuando sobrevolaba Lockerbie, Escocia, en 1988.
El panel de cinco jurista rechazó unánimemente la apelación presentada por Abdel Basset Ali al-Megrahi, quien fue convicto el año pasado por haber colocado un maletín-bomba que estalló a bordo de un avión de la desaparecida línea aérea Pan Am, y causó la muerte de 270 personas.
Durante el proceso de apelación, los abogados de al-Megrahi presentaron testimonio en el que, según ellos, cuestionaban el caso contra su cliente.