La líder opositora de Myanmar, Aung San Suu Kyi, emergió de un arresto domiciliario de 19 meses solicitando ayuda para llevar la democracia a su país gobernado por militares.
Aung San Suu Kyi fue vitoreada por miles de sus seguidores este lunes, luego que el gobierno le permitió abandonar su domicilio en Yangón, la capital. Una mutitud salió a saludarla cuando se dirigía hacia la sede del Partido Liga Nacional para la Democracia.
La laureada con el premio Nobel de la Paz, de 56 años de edad, dijo que su liberación es un nuevo amanecer para Myanmar. Agregó que los militares no condicionaron su liberación a lo que debe hacer y donde debe ir. El gobierno, por su parte, indicó que se escribió otra página para el pueblo de Myanmar.