El director de la policía de Río de Janeiro envió todas sus unidades a las calles para restablecer el orden, luego de que los jefes del narcotráfico ordenaran el cierre de todas las tiendas de la ciudad.
La agencia de noticias Reuters informó que algunos negocios no abrieron en la zona sur, que es una popular área turística que incluye las famosas playas de Copacabana e Ipanema. El vocero policial, Frederico Caldas, dijo que la orden de cierre constituye un hecho inusitado que ocurre a una semana de las elecciones generales.
Caldas añadió que unidades de élite están invadiendo y tomando control de las llamadas “favelas”, que son las villas-miseria que rodean las ciudades brasileñas. Las pandillas distribuidoras de drogas ilegales operan especialmente desde estas comunidades.