La violencia relacionada a las drogas no es nada nuevo en las comunidades a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos, pero un reciente aumento en los asesinatos en el valle del bajo Rio Grande tiene preocupadas a las autoridades. Detalles con Luis Alberto Facal.
Hasta hace poco, Nuevo Laredo y otras poblaciones en el lado mexicano de la frontera no habían sufrido la clase de violencia que es común en las grandes ciudades como Tijuana y Juarez. Sin embargo, como informa el corresponsal de la Voz de América, Greg Flakus, en meses recientes, ha habido al menos 50 asesinatos que las autoridades creen están vinculados con el tráfico de drogas. Entre las víctimas hay ocho oficiales de policía.
Expertos en ambos lados de la frontera señalan al capo de la droga Osiel Cárdenas Guillén como el probable instigador de la mayor parte de la violencia. El líder del llamado Cártel del Golfo es buscado tanto en México como en Estados Unidos bajo cargos de contrabando de drogas. Cárdenas, de 35 años, conocido como “el loco” debido a su inclinación a la retribución violenta contra informantes y rivales.
El editor de noticias del diario El Mañana de Nuevo Laredo, México, Jorge Vargas, dice que no hay prueba real de que Osiel Cárdenas esté detrás de los asesinatos.
El FBI ha ofrecido una recompensa de dos millones de dólares por información que lleve al arresto de Osiel Cárdenas.
México ha enviado centenares de agentes policiales federales a la zona fronteriza de Nuevo Laredo para hacer frente al brote de violencia y para perseguir a la pandilla de Cárdenas, pero Jorge Vargas dice que eso no ha detenido la violencia.
El presidente mexicano Vicente Fox ha hecho de la lucha contra el tráfico de drogas una prioridad y su gobierno ha logrado algunos éxitos en los pasados dos años. La semana pasada, el presidente Fox delineó un nuevo esfuerzo contra el crimen organizado que involucraría mejor coordinación entre varios organismos del gobierno y un ataque total a las pandillas que contrabandean drogas en territorio mexicano.