Un grupo defensor de los animales comenzó un boicot mundial a la cadena de comida rápida Kentucky Fried Chicken.
El grupo Gente para el Trato Etico de los Animales, PETA, por sus siglas en inglés, asegura que su propósito es mejorar la vida de los 700 millones de pollos que la cadena sirve anualmente como comida frita.
Como parte de la campaña, el grupo está distribuyendo calcomanías y volantes en Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña e India.
Entre las sugerencias, el grupo dice que los pollos deben ser puestos a dormir antes de ser sacrificados.
Portavoces de Kentucky Fried Chicken dijeron estar comprometidos a tratar a los pollos de una manera humanitaria.