A medida que pasan los meses e Iraq no depone las armas, se hace imposible dejar la situación sin establecer un límite, manifestó el Sub-Secretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental.
Struble piensa que los pueblos se convencerán de la necesidad de actuar contra un dictador que ha violado los derechos humanos de su propio pueblo, que ha invadido otros países, y que tiene armas químicas y biológicas de destrucción masiva que constituyen un enorme peligro.
Struble se refirió también a la relevancia que adquieren países no-permanentes, como México y Chile, con sus votos en el Consejo de Seguridad de la ONU.
La guerra podría incrementar aún más el precio del petróleo, y afectar a las economías ya de por sí en grandes dificultades, de algunos países de América Latina. El Sub-Secretario Struble insistió en que aún no se ha llegado al punto de la guerra, pero que el desarme de Irak es necesario para el bien de todo el mundo.