Los aliados de Washington en Asia han expresado apoyo a la acción militar de Estados Unidos para desarmar a Iraq, calificando la intervención de justificada.
Los gobernantes de Japón y las Filipinas expresaron apoyo moral a la acción estadounidense, mientras los líderes de Corea del Sur y Tailandia dijeron que proveerían ayuda en los esfuerzos de post guerra.
El primer ministro australiano, John Howard, dijo que las fuerzas armadas de su país llevarán a cabo operaciones de combate y de apoyo en Iraq a las operaciones encabezadas por Estados Unidos.
Mientras tanto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China criticó la acción militar, señalando que la crisis iraquí aún puede resolverse por la vía diplomática.