Líderes de la región Asia Pacífico reaccionaron con enojo ante la noticia de que el enviado de la Organización de las Naciones Unidas a Iraq, Sergio Vieira de Mello, es uno de los fallecidos en el atentado con bomba de ayer en la ciudad de Bagdad.
El presidente de Timor Oriental, Xanana Gusmao, dijo que su nación perdió a un amigo único e inolvidable.
Vieira de Mello fue acreditado como un ayudante guía de la pequeña nación hacia su independencia, después de su violenta separación de Indonesia.
Banderas a media asta ondeaban hoy en Timor Oriental en memoria del brasileño de 55 años de edad.
El presidente de China Hu Jintao, dijo estar profundamente impresionado por el atentado con bomba y aseguró que el gobierno de Beijing trabajará con otros para asegurar que continúe la labor humanitaria de la ONU en Iraq.
El primer ministro del Japón, Junichiro Koizumi, describió la explosión como un acto terrorista lleno de odio y señaló que las víctimas estaban a la vanguardia tratando de ayudar al pueblo iraquí.
El jefe de la Autoridad Camboyana de Acción de Minas, Sam Sotha, era amigo de Vieira de Mello, y lo recordó como una gran persona que hizo una tremenda contribución para despejar las minas en Camboya.