Cientos de dolientes asistieron al funeral de un extremista islámico indonesio quien fue muerto por la policía filipina el domingo.
Fathur-Rohman al-Ghozi fue muerto a tiros en la sureña isla de Minadanao tres meses después que escapara de un cárcel filipina.
Sus partidarios y familiares declararon a al-Ghozi un héroe y un mártir cuando fue sepultado este viernes en su pueblo natal en la provincia indonesia de Java Oriental.
El convicto terrorista cumplía una sentencia de 17 años de prisión por posesión de explosivos y falsificación de documentos de viaje cuando se fugó de su celda en Manila.